
BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). No es para que nos tiremos de los pelos ni para que nos demos besos todos. Hay miradas diferentes, hay pensamientos diversos, en un Frente que pretende abarcarnos a todos. Pero también existe una infinita lucha y ataque de una derecha que se junta ante cualquier desliz de nuestra parte para hacer carne sobre la herida. No estamos para que nos confundan y nos separen.
El esfuerzo realizado, casi sin medios ni infraestructura, fue muy grande, que por lo que ocurrió con la embajadora Alicia Castro al renunciar nos puso cruzados por tremendo cross de derecha aplicado por el canciller Felipe Solá. Pero eso es un punto mínimo, que puede suturarse, que el mismo presidente Alberto Fernández salió rápido de reflejos a respaldar a la señora embajadora pidiéndole que revea su actitud y que seguro su punto de vista será tomado en cuenta. Bueno…bueno, esto que parece el gran mal de estas horas, es un hermoso globo de ensayo que está de nuestro lado y que debemos permitirnos, los peronistas —de todos los sectores y colores—, ya que esta pequeña separación y contrapuntos, vienen en el momento justo: cuando arrecian las convocatorias, los palos en la rueda, de los que gobernaron el país durante cuatro fatídicos años y que hoy se sienten fuertes, gracias a la pandemia, porque nosotros hemos entregado el espacio público de debate en aras de apoyar la tesitura del Gobierno, que mientras más nos cuidemos del Covid-19, más preparados estaremos para acometer la “recuperación económica post pandemia”. Y eso es lo que no quieren los sectores que están detrás de las “garras” de Patricia Bullrich y de todos los sectores que abrevan tras el “proyecto de la Argen-USA o de la Argen-Londres o Argen-Wall Street”.
No tener miedo de abrir el debate
Sí, este es el momento justo, para abrir el debate mediante foros con representación de todos los sectores del Frente de Todos. Pero de todos, así por más pequeño que sea, que se dé lugar a todos. Allí debe plantearse claramente una línea definida de acción y de coherencia, donde todos tengan voz y voto, y que eso permitirá sanear y encolumnar hacia el futuro todo un esquema de ideas y proyectos que fortalecerá en las urnas el Proyecto Nacional y Popular, que eso es lo que faltó y no se dio en profundidad en el último año de gestión de Cristina. Por eso se disgregó el peronismo y cayó en la celada del “Sí se puede” o del “Cambio” e hizo que el pueblo más beneficiado por el kirchnerismo termine huyendo a los brazos de Mauricio Macri y toda la corte estadounidense infiltrada en el país.
Tengamos en cuenta la clara definición de la periodista y escritora Sandra Russo, que es parte del pensamiento de una buena porción del peronismo, pero también debemos darnos lugar a decirnos sin remilgos que “ésta es una buena oportunidad para el debate para arreglar las alforjas mientras viajamos”.
Russo opinó en las redes así: “Hasta el 2005 acompañé. Me hice kirchnerista en el tren del Alba, que llevaba a dirigentes y militantes a Mar del Plata a la contracumbre de las Américas en la que Chávez y Néstor enterraron el Alca. Comprendo que la región era otra, que la sinergia de varios líderes populares nos permitió hacer la comprensión histórica de la Patria Grande, que no es otra cosa que el internacionalismo a escala regional del que hoy habla desde la Internacional Progresista hasta el Papa. Hoy es todo más difícil; quieren derribar el gobierno, quieren volver a perseguirnos y a seguir saqueando nuestros territorios. El voto con el Grupo de Lima nos duele hasta en los dientes, nos avergüenza y pone en blanco sobre negro o viceversa la debilidad estratégica e interna en este mientras tanto, porque Puebla es más intención que realidad y han llenado la región de canallas como Bolsonaro, Duque o Piñera que violan sistemáticamente los f. Seguiremos bancando hoy y mañana a Alberto Fernández en tanto sea la cabeza del proyecto popular que votamos. Pero ya que ‘bancar’ significa aceptar agachadas y hasta que nos barran abajo de la alfombra, por lo menos nos desahogamos. Venezuela estuvo cuando no había nadie más. Perdón compañeros venezolanos. Hoy es un día muy triste para muchos argentinos que sabemos quién es y cómo se llama el país que más viola los DDHH en todo el mundo. Nunca nada que pida EE.UU. será para el bienestar de nadie más que el 1 % del mundo”, definió muy claramente la periodista de Página 12 y ex panelista del recordado 6,7,8 de la Televisión Pública.
Así estamos, no nos desubiquemos. Eso es lo que quieren los enemigos de la Argentina, que es decir los “enemigos de nuestros hijos y nietos”. Ellos saben muy bien que unidos somos indestructibles, pero separados somos “carne de cañón” para cualquier experimento. Entonces, que quieres: ¿venderte al mejor postor, como hizo Jorge Lanata? ¿O pelearla desde dentro, por una Patria unida y soberana?”.