EE.UU. se ha convertido en una factoría del Mal y por eso ataca a los pueblos que no quieren su dominación

El país donde se entroncado el Mal trata de disimular con miles de subterfugios. Pero el Bien en algún momento lo sobrepasará y llegará la paz tan ansiada a la Tierra. (Foto: FB-Event).

CARACAS, Venezuela (Especial para EL SOL ABC-Por * Benita Arróstegui Almazán). Verlo al clinudo de Trump haciendo sus peroratas payasescas al recibirlo al delincuente cipayo de Juan Guaidó da mucha rabia, porque nos damos cuenta los pobladores de este hermoso solar, que luchamos contra el Mal instituido en la Tierra. No es un gobierno de hombres el de EE.UU. sino de pérfidos esclavos de Satanás, que disfrazados de políticos quieren que el Mal se expanda por todo el planeta: por eso hacen pelear a pueblos hermanos, para quitarles sus riquezas, para que empobrezcan  para siempre para que luego vivan de las dádivas de ellos. Sus ejércitos violan a mujeres y niñas en todos los lugares donde van. ¿Ha escuchado decir por allí que algún alto tribunal los haya ajusticiado? Nunca.

Entonces, como nunca, los ciudadanos del mundo, dejemos de mentirnos y de seguir con esta farsa. Todos estos fariseos son agentes de Satanás en la Tierra. No les importa los niños que mueren por los plaguicidas o fruto de las plagas que ellos mismos crean en sus laboratorios, o por el hambre que crean en todas partes del mundo. Mientras uno los ve todo hinchados, todos lujosos en sus limusinas, en sus aviones privados. Todo a costillas de nosotros, hermanos. Pero la razón universal de los pueblos, que se asienta en la Madre Tierra, en ese Dios Universal que todo lo ve y todo lo escucha sabrá darles a este Satanás del mundo y a sus satanases más chicos, un verdadero lugar para que exista la paz en la Tierra. Eso está cerca.

Sólo oramos detrás de nuestros harapos y de nuestras lágrimas, para decirles a todos nuestros hermanos que sufren todas estas humillaciones, que el poder del Dios verdadero está cubriendo con su manto las grandes ciudades de estos demonios, para que veamos que tras esta falsa fastuosidad se esconden en sus cloacas la peor podredumbre, con ratas del tamaño de un cordero, con alimañas de todo tipo, que todas éstas emergerán sobre los restos inmundos de toda esta lacra para la sociedad humana.

Por ello toda esta pantomima con el traidor Guaidó nos hace estar más alertas que nunca y así siempre nuestra tierra jamás será mancillada como lo dijo alguna vez el compañero patriota Hugo Chávez y que el sable del general Simón Bolívar es todo un símbolo de nuestra libertad.

 

(*) Es maestra rural del estado de Maracaibo y colaboradora en los programas sociales del Gobierno venezolano.