EE.UU. se ha convertido en kirchnerista

Mucho está haciendo Argentina bien, para que el equipo de asesores de Donald Trump le pidan que copie el modelo argentino kirchnerista. Claro, que está prohibido decirlo. (Foto: Cadena3).

WASHINGTON, EE.UU. (Especial para EL SOL ABC-Por Vane Valciotta). Si EE.UU. no revé su capitalismo a ultranza corre el riesgo de quedarse “en medio de un gran lago, nadando solo”, eso es lo que estiman los expertos luego de la pandemia de coronavirus que asuela el planeta. Es necesario que su clase dirigencial salga de las “ataduras” que imponen “el poder detrás de Wall Street y la Reserva Federal”. Porque si no lo hace, otros actores comenzarán a surgir como otros liderazgos en materia de países. Y los menos pensados. Todo a lo que siempre se opusieron Washington y sus socios económicos.

Y por esa misma necedad y ceguedad de su clase dominante, con todos los medios de comunicación de su parte, vendieron el “paraíso de los dólares, de Hollywood, Las Vegas y New York” como los imprescindibles del mundo. Adonde no se podía dejar de no ir. Y así fue cayendo el modelo de “la súper especulación”, que ahora con la pandemia del Covid-19 queda en claro que no sirve.

Y no sirve porque se olvidaron de la salud, y más de la salud pública, donde se ve que no todo lo puedes convertir en “negocio lucrativo” y que las millones de armas que fabricas e inventas “no te sirven para destruir un enemigo invisible”. Entonces, empiezas a ver que tienes no un problema, sino un problemón.

 

Golpe de timón

Y qué le dicen los asesores económicos a Donald Trump, que “inyecte dinero en el mercado, que ante el cierre de empresas o negocios, será bueno crear el marco para una recuperación luego de la pandemia, y eso lo puede hacer una economía que no se ha quedado seca de dinero”. Ya lo hizo Roosvelt en 1930, luego de un año 1929 desastroso y ahora lo siguen aplicando gobiernos progresistas como el de la Argentina, del presidente Alberto Fernández, que viene del riñón kirchnerista de Néstor Kirchner.

Es por eso que los economistas más renombrados del mundo salieron a “respaldar al Gobierno argentino por su deuda y decirles a los buitres que no jueguen con fuego, porque con esta situación de inestabilidad mundial, querer ganar a costa de la pobreza de los pueblos, es muy difícil que consigan apoyos y al final se quedarán sin el pan y sin la torta”.

Lo mismo buscan influenciar en Trump para que la “Reserva Federal deje de ser privada y pase a manos del Estado norteamericano, para que de movida se tracen otras leyes con respecto a la especulación financiera que ha movido sus fichas en todo este tiempo y ha dejado un Estado desguarnecido y muy vetusto”.

 

Carrera contra reloj

Estiman los analistas, que con esto de la pandemia, EE.UU. ha comenzado a correr “una carrera contra reloj, aunque no lo quiera”, porque en la “guerra en que se ha metido con China, a la larga va a perder”. Ya le pasó con Vietnam y parece que “no escarmentó”. Es que ningún país del mundo puede luchar “contra otro que tenga un fuerte sentido de pertenencia y unidad, como la tienen los países orientales”. Si EE.UU. sigue queriendo imponer “sanciones a un coloso como lo es China, lo único que va a hacer es el gigante asiático le tire por la cabeza los miles de millones de papelitos de bonos que compró del Tesoro norteamericano, y ello hará que Wall Street colapse como nunca pensó en su vida y pase a ser un “paria de la economía mundial”. Nadie querrá seguir “haciendo negocios con Wall Street y sólo le queda  seguir imponiendo el dólar como moneda de cambio por la fuerza; y no está en condiciones”. Entonces, EE.UU. muchas cosas tiene que pensarlas de manera diferente.

La revista rusa Sputnik ha comentado sobre todo este “peligroso proceso”, diciendo que China protestó contra un proyecto de ley presentado por los senadores de EE.UU. para imponer sanciones contra el gigante asiático por COVID-19. El experto Alexéi Máslov, consultado por Sputnik, advirtió que la competencia entre las dos potencias desencadenaría una verdadera guerra fría económica del siglo XXI.

’’EE.UU. ha estado pensando en unas sanciones contra China desde hace tiempo y necesitaba alguna razón para imponerlas, opinó Máslov, director en funciones del Instituto del Lejano Oriente de la Academia Rusa de Ciencias.

“Muchas decisiones, adoptadas tanto por el Gobierno de Estados Unidos como por sus instituciones todavía en 2019, indicaban que el país estaba tratando de introducir un nuevo lote de sanciones, y ahora ha aparecido una oportunidad para hacerlo”, dijo el analista en declaraciones a Sputnik.

Según Máslov, Estados Unidos está atacando a China desde varios frentes.

“Lo acusa de haber advertido a la OMS sobre una nueva epidemia en el momento supuestamente equivocado, como lo cree EE.UU., o dice que China creó un nuevo virus en sus propios laboratorios o que se escapó de los laboratorios chinos. Es decir, hay varios ataques a la vez, cada uno de los cuales no tiene mucho sentido en sí mismo, pero juntos forman una presión evidente sobre China”, comentó el experto.

En su opinión, los intentos de presionar a China significan que EE.UU. es incapaz de competir económicamente con el gigante asiático.

“Es impresionante que en medio de la lucha contra coronavirus y el estancamiento de la economía mundial, cuando se supone que los países deben negociar, EEUU, por el contrario, esté entrando en una situación crítica, tratando de separarse lo más posible. Eso significa que EE.UU. no tiene formas económicas ni de mercado para competir con China. Por lo tanto, trata de bloquear a China”, explicó Máslov.

Inyección de más dinero en el mercado a través de subsidios a las empresas en peligro de cierre, subsidios para los más de 20 millones de desempleados y un plan de obras de modernización de aeropuertos y carreteras está en proceso de ejecución, dijeron los expertos de la Casa Blanca.

No todo es como parece.