BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Creyeron que “la venían haciendo bien los malhechores”, pero fueron sorprendidos “con la bolsa al hombro” por Ari Lajalad. Me estoy refiriendo a la más famosa banda de delincuentes del Cono Sur: “La Banda de los Pettos”.
Hoy casi todos identificados, están en huida casi imperceptible, ya que gozan de la buena atención de los servicios de inteligencia, que ayer salieron a difundir falsamente que “le habían entrado a la casa de la jefa de la banda”, como para distraer de la palestra de la información la sacudida diaria contra la ineficiente funcionaria, que un día se creyó que había alcanzado “la alfombra roja de Hollywood y el pedestal de la Reina del Nilo, Cleopatra”. Sólo que la realidad es muy “sincera” y dista de lo que el Lechoso Viale piensa y escupe todos los días, como agente encubierto de la Mossad en la Argentina.
Lo que sí me llegó a mi mesa de trabajo es una hermosa foto de La Banda de los Pettos, antes de cada opulento almuerzo –que se paga con la nuestra— es que los bandidos se agarran de sus manitos sucias “para pedir al pueblo que haga cadenas de oración en su defensa ante sus conciencias manchadas por el oneroso fruto de la ambición desmedida, porque ven por todos lados a agentes de Infantería llevándolos a las tristes paredes de Marco Paz”.
Dicen que la jefa debe estar constantemente medicada porque “le ha aparecido una especie de sarpullido en las manos y no puede dormir”, dicen en su entorno.
Información pura que me llega es que después de la Ley Bases, a la jefa Pettovello la reemplazaría Daniel Scioli, con el argumento de que conoce más el Estado y es el que podría sacar al régimen del fuego, si es que todavía se mantiene.
