SAN PEDRO DE JUJUY (Especial-EL SOL ABC). Ya en el colmo de la impunidad, el intendente Julio César Bravo ha otorgado un sector de la calle Mitre al 400, entre Sarmiento y Aristóbulo del Valle, al propietario de una confitería que está ubicada sobre la vereda de la antigua estación de servicio de YPF, hoy Refinor, perteneciente a los herederos de la familia Montiel, para que tome más de un metro y medio sobre la arteria mencionada para ampliar sus servicios hacia sus clientes.
De acuerdo a los datos proporcionados por los denunciantes, “este intendente Bravo, creyéndose el dueño de la ciudad –hay que recordar que así produjo la usurpación de terrenos de la Provincia para la creación de un barrio privado, donde su hija Gisela tiene una mansión— otorga derechos a particulares que la Carta Municipal los prohíbe. Pero como cuenta con protección judicial provincial y política, se cree impune por todas estas violaciones a los derechos de todos los ciudadanos sampedreños”, destacan en la denuncia.
Hasta ahora nadie ha levantado la voz, menos los medios de comunicación que se hallan cooptados por la pauta publicitaria y son afines al avasallamiento de sus propios derechos. Con una mayoría absoluta en el Concejo Deliberante, éste se ha transformado en una “mera escribanía de las órdenes que como patrón de estancia da Bravo a sus subordinados”, denuncian también.
“Por todos estos hechos de corrupción, a los que se debe sumar el manejo arbitrario y sin rendiciones de cuentas del club Atlético San Pedro, donde se vendió y alquilaron instalaciones para la llegada de Wal-Mart (Chango Más) y canchas de fútbol 5, sin que nadie haya puesto en entredicho las órdenes de Bravo como presidente de ese club”, aportan datos algunos ex miembros de la Federación de Centros Vecinales de San Pedro.
Está circulando el rumor que el actual intendente “va a dejar como su heredero –tal cual fuera un reinado— a su hijo para que se postule al cargo de intendente para 2027, para que el ‘negocio familiar’ siga sobre ruedas. Mientras siguen las puestas en escena de profusa cartelería con obras que no se hacen, y si se hacen se hacen a las apuradas con material de mala calidad, para que sólo dure un año. Este caradura lo está superando en todo a su antecesor Julio Moisés, porque ahora son amigos”, dicen, además, los denunciantes.
