La mayoría del pueblo los quiere juntos y con un solo proyecto. Mientras que los enemigos, los quiere separados y peleados. (Foto: Archivo de EL SOL ABC).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC- Por Ana Argañaraz). Por supuesto que estamos en la época de la superposición de información, que a veces no se sabe qué es cierto y qué es mentira, pero tenemos que adecuarnos para objetivizar y contextualizar estos tiempos modernos de la política nacional.

Por ello, parte de lo que se dice de la falta de diálogo entre Cristina Kirchner y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof –los dos líderes más importantes del espacio nacional y popular— es verdad y ello es lo que preocupa al conjunto de la sociedad nacional que necesita de un fuerte líder para que se caiga el Mefístoles del régimen nacional. Sólo un pequeño empujón necesita, pero para ello no debe dársele ni un centímetro de duda al votante que le cuesta salir de su modorra rebelde “porque no le solucionan los problemas que le acarrean –‘los que son sindicados por los ‘focus groups’ de los grupos sionistas y fascistas que odian al Peronismo y todas sus variantes que defienden los intereses nacionales— los políticos”, dicen. Mientras que estos mamarrachos que están en el poder, antes que estar al servicio de la gente, prefieren estar al servicio de las corporaciones extranjeras”.

Dicho esto, el grupo Provincia formado por intendentes, funcionarios y algunos sectores de la CGT están detrás de Kicillof, mientras que grupos sociales, agrupaciones de mujeres, sectores de la cultura y La Cámpora están detrás de Cristina Kirchner tironeando de la soga buscando acomodarse entre los puestos que se podrían abrir si se da un triunfo a nivel nacional del Peronismo. Y esto es lo que no le gusta al elector, que hoy está sobrecargado de problemas “como la alta inflación —y no lo que dice el INDEC de Milei–, sueldos bajísimos, despidos sin indemnización, creciente baja de las posibilidades de trabajo en el sector privado y pérdida constante de derechos, que se piense primero en el acomodamiento personal o sectorial, cuando es el conjunto de la población de clase media y clase media baja la que es atacada por las políticas instauradas por el régimen de Milei”. Allí, lo que pide el conjunto son señales fuertes que nos indiquen que “esta vez vamos unidos –porque desunidos los restos del PRO y LLA ganarán otra vez la batallatras la oportunidad única de volver a tener peso propio en el Congreso de la Nación, para hacerle frente al PLAN DE DESTRUCCIÓN Y ENTREGA DEL PAÍS DE ESTOS CIPAYOS A SUELDO DEL ESTADO QUE RENIEGAN”.

“Tanto Cristina como Axel deben dejar de lado su impronta y gustos personalísimos en el modo de hacer política, cuando el ELECTOR necesita GESTOS DIRECTOS SIN AMBIGÜEDADES PARA FORTALECER SU VOTO EN OCTUBRE Y ANIMARSE A PARTICIPAR PARA DARLE UN VUELCO ROTUNDO A ESTA SITUACIÓN DE CAOS Y CALAMIDAD”, dijo el conocido analista y periodista Hernán Brienza.

Ahora si esto es parte de una estrategia electoral, entonces me quedo con la boca cerrada.