LONDRES, Reino Unido (Especial-Declassified UK). Esta semana, el gobierno del Reino Unido anunció que suspendería las negociaciones de libre comercio con Israel, luego de que David Lammy condenó la “monstruosa” situación en Gaza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también sancionó a un pequeño número de organizaciones e individuos de colonos ilegales en Cisjordania. Entre ellos se encontraba Daniella Weiss, la activista de colonos que protagonizó el reciente documental de Louis Theroux para la BBC, “Los Colonos”.
Las primeras señales de un cambio en el tono del gobierno laborista llegaron el lunes por la noche, cuando Keir Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro canadiense Mark Carney emitieron una declaración conjunta sobre Oriente Medio.
“Nos oponemos firmemente a la expansión de las operaciones militares de Israel en Gaza. El nivel de sufrimiento humano en Gaza es intolerable. El anuncio de ayer de que Israel permitirá el ingreso de una cantidad básica de alimentos a Gaza es totalmente insuficiente”, declararon.
El contexto inmediato de estos acontecimientos fue la escalada de los bombardeos, el asedio y la hambruna por parte de Israel en Gaza, y las Naciones Unidas advirtieron el martes que 14.000 bebés podrían morir en 48 horas si la ayuda no llegaba a tiempo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó anticiparse a la condena internacional por la catástrofe humanitaria en Gaza permitiendo el ingreso de una cantidad minúscula de ayuda a la franja.
“Vamos a tomar el control de toda la Franja de Gaza”, anunció el lunes. “Nuestros mejores amigos en el mundo —senadores estadounidenses que conozco y que son firmes defensores de Israel— nos han advertido que no pueden apoyarnos si surgen imágenes de hambruna masiva”.
El ministro de finanzas israelí, Bezalel Smotrich, fue aún más lejos, declarando ese mismo día que la ayuda humanitaria sólo se permitiría en Gaza «para que el mundo no nos detenga ni nos acuse de crímenes de guerra». El objetivo, añadió, era «conquistar, despejar y permanecer» en Gaza.
Los llamados oficiales a una solución final en Gaza, al parecer, impulsaron al gobierno del Reino Unido a intentar poner algo de distancia entre él y el régimen de Netanyahu.
Pero leyendo más allá de los titulares, queda claro que Starmer y Lammy son tan cómplices del genocidio de Gaza como lo fueron la semana pasada.
Si bien las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre el Reino Unido e Israel llevan en curso desde 2022, parecía poco probable que concluyeran pronto. De hecho, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel incluso declaró el martes que «el actual gobierno del Reino Unido no estaba avanzando en absoluto en las negociaciones del tratado de libre comercio».
Y luego está la continua colaboración militar de Gran Bretaña con Israel.
El Ministerio de Defensa informó a Declassified el martes que la Real Fuerza Aérea (RAF) continuará enviando aviones de vigilancia sobre Gaza para recopilar inteligencia para Israel.
Y la semana pasada, se reveló que el gobierno laborista había autorizado la exportación de más equipo militar a Israel que los conservadores durante todo el período 2020-2023 en conjunto.
La suspensión de las negociaciones comerciales con Israel por parte del gobierno laborista es demasiado poco y demasiado tarde. Si el derecho internacional ha de tener algún valor, Starmer y Lammy deberían ser juzgados en La Haya.