Radiografía de los penales en el fútbol argentino: ¿se erran más ahora que antes?

La percepción futbolera muchas veces coincide con el frío dato estadístico. Otras veces no. Sucede con los penales recientes. En los 90 minutos y en las definiciones. “Uhh, cómo se están errando penales…”, se escucha en los bares, en las oficinas, en las canchas. Erran seguido River e Independiente; también Boca. Sí: los grandes fallan, fallan todos, se deduce como regla transitiva. Se trata apenas de una presunción. Hay analistas de videos, estudios de cómo patean los rivales, hacia dónde se mueven los arqueros, nuevas reglamentaciones de la FIFA y la media histórica de penales convertidos/errados sigue intacta: 73/27 por ciento en tiempo reglamentario y 70/30 en las definiciones. La variación es insignificante.

Los remates sin éxito recientes de equipos con gran popularidad distorsionan la realidad. Hay ejemplos. River erró seis de los últimos catorce que pateó; Independiente también; y Boca, 4 de 14 (y 3 en la definición ante Almagro este martes 13).

El otro equipo que fue favorecido con más penales en el último año y medio fue Banfield. En la segunda fecha de la Superliga, tuvo dos. Fracasó Dátolo, acertó Bertolo. El año pasado, en la Sudamericana 2018 ante Boston River, se dio la misma situación con los mismos protagonistas. En total, Banfield erró tres de los últimos diez. Con todos estos datos, la poca ineficacia parece notoria.

Sin embargo, contabilizando todos los penales ejecutados por equipos argentinos en tiempo reglamentario en el último año y medio (Superliga, copas locales e internacionales en 2018 y lo que va de 2019) el actual porcentaje de efectividad es igual a la media histórica: 73 % convertidos contra 27 % errados. Cuatro puntos porcentuales por debajo de la década pasada (2008/09); tres menos que hace 20 años (1998/99) y 30 años (1989/89). Y tomando en cuenta solo los penales de este año, el 77 % fueron convertidos y el 23 % errados.

Entre los equipos que más penales a favor tuvieron, en tiempo reglamentario (ver infografía), desde enero de 2018, el de mayor efectividad es Atlético Tucumán: convirtió 11 de 12 y el único que le atajaron, igual terminó en gol (Navarro le desvió el remate a Luis Rodríguez, la pelota dio en el palo, volvía al campo de juego, pegó en Navarro y se metió). Y el de menor efectividad es Unión, que apenas convirtió 6 de los 10 que tuvo (60 %).

El jugador más efectivo en este periodo fue El Pulga Luis Rodríguez, quien anotó siete de los ocho que pateó y el otro también terminó en gol. En tanto que Licha López ejecutó 10 y convirtió 8.

La temporada 1988/89 es un buen punto de comparación para este tema. Porque los empates se definían por penales. Así, un equipo sumaba un punto extra. Fue un ensayo único. En los 380 partidos, hubo 132 empates y 132 definiciones desde los 12 pasos. Se ejecutaron 1.425 penales, hubo 998 convertidos (70 %), 153 desviados (11 %) y 274 atajados (19 %). Argentinos y Racing establecieron un récord: patearon 44 penales.

Este año los equipos argentinos protagonizaron 24 definiciones por penales: 14 en Copa Argentina, 4 en la Copa de la Superliga, 3 en Sudamericana, 2 en Libertadores y una en la Supercopa. El porcentaje de efectividad es de apenas dos puntos porcentuales con respecto a aquella temporada millonaria en penales: 68 %. Justamente el partido entre Almagro 3-Boca 1 bajó un punto porcentual el promedio del año.

Se ejecutaron 242 penales, 165 fueron convertidos (68 %), 36 desviados (15 %) y 42 atajados (17 %). El partido con más ineficacia fue Patronato-Dock Sud, con 3 penales convertidos de 10 (30 %), seguido por Godoy Cruz-Huracán, con 3 de 9 (33 %). El más eficaz resultó ser  la final de la Supercopa Argentina entre Boca y Rosario Central: se marcaron 11 de 12 ejecuciones.

En junio de este año la FIFA modificó la regla 14, en referencia a los penales. En uno de sus párrafos dice: “El arquero debe tener al menos parte de un pie en contacto directo con la línea de meta o sobre esta en el momento en que el lanzador golpee la pelota; además, no puede situarse por delante ni por detrás de la línea”.

Tras el partido Argentina-Paraguay de la Copa América, en la que marcó un gol de penal, Lionel Messi comentó en la zona mixta: “La ley nueva para los arqueros, que no pueden levantar el pie de la línea, hace que se les complique un poco más a ellos. Últimamente a nivel mundial se estaban errando muchos penales y esto favorece un poco más al pateador“. La percepción es Mundial. Con respecto a España, hay una estadística comparativa. Según un estudio del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE), de noviembre de 2015, la media de efectividad en la historia de la LaLiga es de 74 %. La media de efectividad en la era profesional del campeonato de Primera División argentino es de 73 %.

Andrés Mehring, arquero de Godoy Cruz, atajó tres penales en la definición ante Huracán por la Copa Argentina. El santafesino explicó después: “Tenemos un analista de vídeos que nos manda el material de los pateadores en el caso de los penales. En algunos, me tiré donde sabía que pateaban”. También, aseguró que la nueva regla de la FIFA favorece a los arqueros. Messi y Mehring, dos percepciones distintas desde dos perspectivas diferentes.

Muchas veces se critica a los entrenadores que “no practican penales” en los entrenamientos. Marcelo Gallardo dijo -tras eliminar a Cruzeiro- que no habían practicado penales porque el objetivo era lograr la clasificación en los 90 minutos. Pero tal vez la mejor definición la expresó Manuel Pellegrini. “La sensación de la instancia de penales no se puede reproducir en un entrenamiento. Podemos patear cien veces pero en el estadio todo es distinto“, afirmó el Ingeniero que hoy dirige al West Ham de Inglaterra.