
BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Sólo recordamos su nombre: Paula. Aquella joven mujer que se había quedado distraída entre las corridas y el apaleo que sufrían miles de personas que se oponían a la flexibilización laboral, de parte de la Brigada de la Policía de la Ciudad, mientras desde un edificio filmaron todas las vejaciones que sufrió. Todo esto pasó, pero es bueno eso de la “memoria activa” cuando vemos ahora “a Horacio Rodríguez Larreta como el hombre bueno de la película y fue parte y sigue siendo parte del “macrismo explícito” que llevó a la casi desaparición del Estado nacional.

En algún momento cronicamos que Paula contó que uno de estos policías le dijo: “Contame…putita”.
Y siempre Nanque con su pluma universal nos recuerda cómo lo vivió él y desde su sangre caliente nos dejó su impronta.
MILICOS DISFRAZADOS DE MACHOS
En los decimononos estrechos de los abismos viene naciendo un nuevo mal con uniformes ultras.
Allí Paula se encogió de dolor; no estaba pariendo, se miró muriendo, ante escoria nacida de lobas asesinas.
Si el pensamiento es el hueco que perfora la luz, la mujer descubrió entre gritos que esa loba ya mató a Santiago y a Rafael y escondió a cuarenta y cuatro.
Entonces, se dejó llevar, se dejó vejar, se dejó ser Patria.
(En honor de tantas mujeres apaleadas y ultrajadas por los
Ultras que ahora se llaman Machos Disfrazados. No como la
Policía de Honduras, que se acuarteló y entró en paro para
no reprimir a su propio pueblo).
Por NANQUE, El Hermano (December-XXII-MMXVII).