LA TELENOVELA DE NUNCA ACABAR: entretelones de la posible llegada de Mbappé al Real Madrid

Mbappé, cotizado jugador del PSG, que ahora él mismo quiere pasar al Real Madrid. Todo tiene un final abierto. (Foto: Chema Rey-Marca).

MADRID, España (Especial-Marca-Por Carlos Carpio). Cuando a finales de verano en el Real Madrid recibieron la primera llamada del entorno de Mbappé se mostraron sorprendidos. Aunque suene a chiste, a broma de mal gusto, era real. El futbolista estaba arrepentido de la decisión de renovar con el PSG que había tomado sólo tres meses antes. Después de ofrecer las debidas explicaciones sobre su cambio de opinión en mayo y el plantón que les dio tras negociar durante semanas su fichaje y las condiciones de su contrato, quería sondear la disposición del club blanco a contratarle. Saber si aún seguían interesados en ficharle. Surrealista como el fútbol de élite, pero real como la vida misma.

Aquellos contactos se sucedieron en los meses siguientes. El Madrid, escarmentado, no mostraba excesivo interés, pero tampoco cerraba la puerta. No puede hacerlo, tratándose del mejor delantero del mundo y con la necesidad evidente de fichar un atacante para suceder a Benzemá en 2024, según marca la hoja de ruta de la planificación deportiva prevista. Pero tenía claro que esa operación, de volverse a activar, habría de abordarse de manera muy diferente. Mbappé debería poner mucho más de su parte y rebajar sus expectativas en todos los ámbitos, no sólo el económico. En paralelo, el club blanco maneja la opción alternativa de Haaland, que en ese mismo verano de 2024 puede ejecutar una cláusula que le permite abandonar el City previo pago de 200 millones, tal y como adelantó Marca.

Desde entonces han pasado varias cosas. La primera es que Mbappé parece decidido a no ejercer la cláusula para ampliar su contrato una tercera temporada hasta 2025, con lo que este verano le trasladaría al PSG que no va a renovar. Eso debe comunicarlo antes del 30 de junio, y podría presionar para que su club aceptase traspasarlo este verano ante el riesgo de no recibir nada en 2024. En realidad es la misma situación de hace dos años, cuando el PSG desatendió hasta tres ofertas del Madrid por 160, 180 y 200 millones. Lo que ocurre es que en estos dos años Mbappé ha sumado nuevas decepciones en la Champions (la última esta semana) y ve que el tiempo pasa y su papel en la máxima competición después de seis temporadas es el de actor secundario y principal decepción. En cualquier caso, debería ser él quien convenciese al PSG y le sacase un precio de traspaso porque el Madrid no va a negociar. Las relaciones con Al-Khelaifi están rotas.

La otra cosa que ha pasado ha sido el mal año de Benzemá. La discreta temporada del francés y su preocupante racha de lesiones (lleva siete) podría provocar un cambio de planes en la estrategia con la delantera. Si el equipo no gana ningún título importante y Benzemá se mantiene en este nivel gris, es probable que el Madrid se replantee su idea inicial e intente activar el fichaje de un 9 de talla mundial. Todo en condicional porque con el Real Madrid y la Champions de por medio nunca se sabe. Y con Mbappé menos todavía.