Mauricio Macri y Alberto Fernández ya empezaron a trabajar en el debate presidencial que protagonizarán este domingo en la Facultad de Abogacía de la Universidad de Buenos Aires. (UBA). Será un lance frontal, donde cada candidato asume que no podrá salir invicto en los cruces mediático: Seguridad, corrupción, empleo y planes sociales, son asuntos públicos que causaron mucho costo político a Macri y Cristina Fernández de Kirchner, candidata a vicepresidente del Frente de Todos.
Fernández inicia con una leve ventaja sobre Macri: trajina los pasillos de la facultad desde los tiempos de la dictadura militar, cuando estudiaba para abogado y trataba de acordar con estudiantes de otros partidos -radicales, comunistas y socialistas- la creación del centre de estudiantes. El candidato peronista usaba el bar de la facultad como su propia unidad básica y después se quedó como profesor de Derecho Penal.
En este contexto, Fernández articula bien y no tiene que practicar frente a un atril para apuntar a su adversario con el dedo índice. Es profesor desde hace años, sabe argumentar y poner un punto a las frases cuando el tiempo de exposición asfixia y hacer perder la concentración.
El candidato presidencial recibió informes sobre la evolución del empleo, los presuntos casos de corrupción -el Correo es su leading case- y las estadísticas oficiales de seguridad durante la gestión de Macri. Fernández tiene una mirada crítica de la actuación de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad, y esa perspectiva aflora sin diplomacia en su cuenta oficial de Twitter.
El Ministerio de Seguridad a su cargo deja que la policía mate por la espalda, la UIF espía a jueces y el Ministerio de Justicia limita el derecho de defensa en juicio.
Eso es tan cierto, ministra, como que mentir está mal y es inmoral.
Mándele un twit a Macri y recuérdeselo. https://t.co/Bf7VPOb9TF
— Alberto Fernández (@alferdez) October 11, 2019
Fernandez se siente fuerte haciendo referencia a los índices de empleo del gobierno de Macri, una promesa que el líder de Cambiemos no pudo cumplir. Y si logra administrar los tiempos asignados para el debate, Fernández avanzará sobre las cifras de pobreza, indigencia e inflación, tres variables macroeconómicas que asfixian a millones de argentinos que han perdido nivel de vida y expectativas en el futuro.