
SAN SALVADOR DE JUJUY (Especial-EL SOL ABC). Mimetizado con la Casa de Piedra, donde estuvo muchos años como vicegobernador de Gerardo Morales, hoy con esa “cara de piedra” sale a recorrer distintos puntos de la provincia de Jujuy, “denunciando”, el abandono “de los docentes, trabajadores de la salud y las inversiones chinas en los salares, que además vienen con trabajadores chinos, dejando de lado la mano de obra local”. ¿Pero es en serio lo que dice Carlos Haquim? ¿Habrá tomado el ‘jarabe de la verdad’? ¿O está a minutos de ingresar en un cuadro de demencia insalvable? ¿O es de las ratas que abandonan el barco antes de que éste se hunda?
Lo cierto es que Haquim anda de recorrida con su frente Primero Jujuy tratando de ganar votos, pero sabiendo que su derrota lo va a enterrar para siempre de las lides políticas provinciales, a un tipo que le aprobó todo a Morales y acompañó todo, lo que para la mayoría –hoy se nota mucho– fueron políticas desacertadas de parte del entonces Frente Cambia Jujuy, con Gerardo Morales al frente de todo el mamarracho.
Hoy haciendo una recorrida en el tiempo, se puede ver que “el cambio de matriz productiva nunca se produjo y las partes que sí activaron no son del todo rentables como se publicitaran en su momento”, dicen algunos.
La única “matriz productiva” que sí tuvo un cambio espectacular, fue la de las familias Haquim y Morales –ahora de Sadir– y de sus parientes y entornos, que coparon todos los cargos en el Estado nacional y provincial.
Finalmente, el portal Las 24 Horas de Jujuy dice, haciendo periodismo oficialista, describiendo uno de los últimos recorridos por el interior provincial: “El diputado resaltó que Jujuy necesita un cambio profundo que mejore las condiciones de vida de todos sus habitantes. Propuso generar actividad económica en cada rincón, apostar al desarrollo productivo y a la creación de empleo genuino. A su vez, destacó que el Frente Primero Jujuy se construyó sobre bases programáticas sólidas, priorizando la educación de calidad, el acompañamiento a los emprendedores y la representación de los pueblos del interior, como la Puna y la Quebrada”. Todo ello, sin sonrojarse, es lo que dice el medio oficialista. No sabe el mismo, que la gente está despertando de su largo letargo, porque las “tripas le comenzaron a sonar”.