BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Uno peor que otro. Es que están tan embarrados, desde sus orígenes, que no hay forma de exorcizarlos a uno por uno, decía un feligrés que había asistido a la peregrinación en Luján en las redes. Una suma antimatemática, “donde una resta se parece mucho a una suma”, según los cráneos de la “escuelita austríaca”, con la cual nos quisieron engañar “esta caterva de ineptos, pero todos ellos delincuentes de la peor estopa”, según definición del gran Víctor Hugo Morales.
Y ayer asistimos al anti-espectáculo que hoy pretenden dar en “El Arenas Movedizas”, cuando por la mañana el “Bala” Espert daba cuenta “de su renunciamiento por la Patria, porque nosotros no somos como ellos”. Y desde el frente le contestaron acertadamente que “gracias a Dios no son como nosotros. Si fuera así el país no tendría salvación”. Pero dentro de este devenir fantasmagórico, los que produjeron este desastre estaban en pleno ensayo para su “actuación” para su barra de alucinados y que todavía creen que se puede estar peor.
De esta manera dando cuenta que el país y su gente poco les importa. Dejando en claro que los millones de dólares cobrados “para destruir a la Argentina y al Peronismo” son los que más importan y por eso –ya a esta altura poco les importa perder las elecciones— montarán el circo fabuloso en Villa Crespo, para reírsenos en la cara.
Y lo peor, la banda de Caputo, que es lo mismo decir que “la banda del JP Morgan”, fue a pedir dinero a Trump, quien “no tiene dinero para pagar los sueldos a los empleados públicos de USA”. Así que malos aires recorren los cuerpitos de los bandoleros de Caputo, que fueron con él, para tratar de convencer a la sonsa de la Kristalina y algún otro trasnochado de la cartera económica de Trump para que haya flujo “para sobrevivir lo más que se pueda”.
Hay que comenzar fuerte investigación sobre los ideólogos
Este plan de destrucción de la Argentina no nace solo. No es que el Mechudo un día se levantó y la sacudió a su tierna hermanita de su modorra y le dijo, como en un juego de niños, “vamo’ a jugar; yo soy el presidente y vos la vice”. No, señores. Tras estos dos chimitrufios hay PECES GORDOS, donde el periodismo de investigación tiene que poner la LUPA. Especialmente en los cipayos locales entregadores, como Eduardo Eurnekián y Eduardo Elsztain, conocidos como “La Banda de los Eduardos”, quienes están en concordancia con varios “fondos buitres”, para los cuales trabajan y sacan rédito, como por ejemplo: “BLACKROCK”, pero que le sigue y es más importante, el grupo de los Rothschild, el fondo buitre VANGUARD. Estos dos poderosos grupos económicos siempre jugaron a la destrucción del PERONISMO, porque es el único muro de defensa de los intereses del pueblo argentino, que va en contra del saqueo contratado a Milei y su banda.
Por ello hay datos que cuando Milei y su hermana dejen el gobierno, se habrán alzado con la nada despreciable suma de $us 1.000 millones depositados en bancos israelíes y en bancos suizos, pero su destino final será un cómodo kibutz en las afueras de Tel Aviv, si es que no los cazan antes y les prohíben la salida del país a estos garcadores vendepatria.
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