LA PLATA, Buenos Aires (Especial para EL SOL ABC-Por Ana Argañaraz). Hay una brisa perfumada que surge de todos los pueblos bonaerenses, con aromas primaverales, pero que además señala que “habrá una respuesta contundente a la alocada carrera desenfrenada para quitarles recursos a los pobres para ensobrarse, para llenar las cajas de seguridad y para coimear a diestra y siniestra, de parte de la nueva casta corrupta de los Milei y su banda de alcahuetes y sicarios financieros”. El tiempo de la “bonanza a costilla del pueblo acabará pronto”, dicen los mismos que los encumbraron.
Mientras tanto, existe un señor con todas las letras –es mi subjetivo parecer— que se llama Axel Kicillof y que, en medio del vendaval económico y sustracción de recursos del gobierno nacional, igual sigue pavimentado o repavimentando rutas que debieran estar haciendo los funcionarios del Ejecutivo nacional; y, sigue, además, inaugurando casas, escuelas, mercados, polos industriales, tecnológicos y estudiantiles en favor de la gente de todos los espectros de la PBA, NO SÓLO PARA LOS QUE LO VOTARON. Y ese el gran cambio y contraste que se nota desde muy lejos con la gestión de los hermanos Milei, hoy acusados directamente por dos hechos de una gravedad suprema como lo son la estafa con la criptomoneda $Libra y el pago de coimas para hacer acuerdos para la provisión de medicamentos y elementos para discapacitados con el ANDIS (Agencia Nacional de la Discapacidad).
Axel sigue siendo el mismo tipo que todos conocieron en la universidad, en la función pública, en los foros donde disertó y en la reunión de amigos o de parientes. Sigue siendo un hombre simple que no se deja encandilar por los lujos, los autos nuevos, por las cajas de seguridad, porque vive con lo puesto y no le desea el mal a nadie. ENTONCES, ESTAMOS ANTE LA PRESENCIA DE UN GRAN ESTADISTA Y UN GRAN SEÑOR, IDEAL PARA QUE SEA EL QUE CONTINÚE LA OBRA DE NÉSTOR Y CRISTINA.
Y eso no lo debemos desaprovechar los argentinos.