BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Desde todos los rincones del país comienzan a surgir las bases de este movimiento restituyente de los derechos y el respeto a la Constitución Nacional, como lo fue esta Marcha por la proscripción política y judicial a Cristina Fernández de Kirchner y contra el avasallamiento de la Constitución Nacional con decretos y vetos, que ponen en peligro la convivencia misma de la nación toda.
Más de un millón y medio de personas recorrieron las calles de CABA y las principales ciudades del país, con el acompañamiento de los principales líderes políticos de las organizaciones sociales, políticas y de las universidades, hospitales públicos, maestros, científicos, actores, cantantes y la mayor parte de ciudadanos de pie, que nunca antes habían participado en una marcha patriótica en defensa propia y en defensa de nuestros valores culturales y heredades, que justo en cercanías del Día de la Bandera Nacional y del próximo 9 de Julio, Día de la Independencia, es un hito histórico que no tiene parangón sino con otro “17 de Octubre de 1946”. Desde todos los estratos sociales salió la gente para manifestarse pacíficamente, a pesar del intento por todos los medios de Patricia Bullrich de quitarle peso y restarle gente con los operativos de Gendarmería Nacional en las rutas nacionales hacia CABA, contra micros y cualquier medio de transporte que llevara grupos de personas. Pero no tuvo éxito. El clamor y la valiente participación del pueblo está demostrándoles que “el pueblo cuando se une, no hay barrera que lo detenga”.
Mientras, por supuesto, los “monigotes de los medios capitalinos” trataron por todos los medios de recorrer su tiempo en los medios de comunicación hablando y describiendo “sus mundos llenos de odio, vacíos, incoherentes”, cuando la marea humana lucía orgullosa en las calles la Escarapela Nacional o era cubierta por inmensas Banderas de la Patria, al son de cánticos partidarios.
Un trabajo periodístico para destacar
Dentro del amplio abanico de medios, tanto gráficos, radiales o teletransmisores, el trabajo del grupo Indalo, con C5N y con Radio 10, merece un reconocimiento profesional y humano, porque casi las 24 horas transmitió a todo el país, objetivamente, todo lo que aconteció en las calles de casi todo el país. Sin dedicarse a prodigar odio por sus medios y que la gente supo valorar, ya que los ratings alcanzados sobrepasaron a los medios abiertos y como a los de señales de cable. Excelente.
Es así que Gustavo Sylvestre pudo entrevistar a Paulo Pimenta, diputado nacional por el Partido de los Trabajadores de Brasil y ministro de Educación de Brasil, en representación del presidente Inácio Lula da Silva, que trajo un mensaje del mandatario brasileño que dijo que “el 2 y 3 de julio estaré visitando a Cristina en su domicilio”. Pimenta también recordó que “parecido proceso judicial sufrió el presidente Lula, nada más que la Corte de Brasil trabaja de forma independiente de todos los poderes corporativos en las sombras”.
La frutilla del postre

Fue el mensaje en voz de audio de Cristina, en medio de la Plaza de Mayo, cuando se hizo un silencio abrumador para escuchar las palabras medidas de una líder que ya es parte de la Historia Nacional, que pudiendo batir los parches de la venganza, con palabras medidas y justas, llamó a “unirse en pro de los objetivos de la recuperación de la Patria y de los derechos que se fueron perdiendo desde diciembre de 2023”.
“Me escuchan, soy Cristina, estoy en San José 1111”, comenzó el mensaje y allí fue el momento en que todos estuvieron atentos.
Para luego agregar que “Vamos a volver, y allí estaré desde la trinchera que sea. Lo que más me gustó fue escucharlos cantar otra vez ´Vamos a volver´. No lo hacíamos desde hacía muchísimo tiempo, demasiado tal vez. Y me gusta ese ´vamos a volver´ porque revela una voluntad, la de volver a tener un país donde los pibes puedan comer cuatro veces al día, donde los abuelos tengan sus medicamentos, donde nos demos esos gustitos de salir con la familia, de comprarnos el autito, hacer su casita, o tener su terrenito, o mandar a los hijos a estudiar. Eso es lo que queremos recuperar. Y no es un deseo solamente, es una realidad que hace poco vivimos”, dijo.
Luego continuó: “¿Saben por qué no me dejan competir? Porque saben que pierden. Lo peor es que el verdadero poder económico sabe que este modelo no tiene futuro, sabe que se cae y por eso es que estoy presa”.
También aseguró que “Yo aquí, firme y tranquila, porque sé que esto se cae no sólo porque es injusto e inequitativo, sino fundamentalmente porque es insostenible en términos económicos. Tiene vencimiento como el yogur y no es nuevo, ya lo vimos con Martínez de Hoz en el 76 y con Cavallo en los 90”.
En la parte final, resumiendo, Cristina se centró en que “es necesario organizarse para clarificar cuál es el verdadero problema que tiene nuestro país. Que no es más ni menos que un modelo económico en el que se enriquecen unos pocos. Entonces, es necesario que defendamos y nos involucremos sin violencia, pero con coraje, sin miedo, pero con absoluta claridad en el momento histórico que estamos atravesando todos los argentinos”.
Luego todos quisieron quedarse en la Plaza de Mayo, porque por dentro sabían que habían participado de un hecho histórico para el espacio nacional y popular en defensa de ellos mismos, mientras que en La Nación +, TN, América 24, Crónica TV y las radios obsecuentes del establishment se masticaba “esa bronca que los destruye anímicamente, porque saben ahora más que nunca que el Peronismo y todos los partidos del sector popular formarán el más grande Frente Nacional para destronarlos y hacerles que huyan como ratas o plagas que destruyeron este hermoso país que se llama Argentina”.