Medir la pobreza por la caída de la inflación, no es soporte para informar que la pobreza “ha caído”. Mientras los sin techo aumentan en todo el país (Foto: Página 12-Adrián Pérez).

BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). El régimen de Milei busca todas las maneras arteras de sobrevivir. Y una de ellas es tergiversar la realidad, dando a conocer datos inflados o con recortes de la realidad que vive la mayoría de los hogares argentinos.

Cómo serán de inconsistentes los datos de la baja de la pobreza por parte del INDEC, que vamos a desentrañar algunos de esos puntos, que muestran la falta de empatía como el cinismo de un régimen que no tiene escrúpulos en mentir con tal de mantenerse. Otros dicen que “miente, porque saben que no están gobernando bien. Por lo tanto, olfatean que van a perder muy fuertemente en octubre”.

Para ello, han creado un “relato” que lo reproducen los “medios amigos y propulsores de la motosierra que ahora los está afectando a ellos”, por la brutal caída de la pauta publicitaria.

 

Las inconsistencias

1.- LOS JUBILADOS SALEN A PROTESTAR: nunca antes, en los gobiernos peronistas, los mayores se expusieron al “palo y balas de goma” para protestar por sus bajos salarios y sus vidas paupérrimas que los hace sobrevivir bajo la línea de pobreza. Ya directamente son indigentes.

2.- CAÍDA DE VENTA DE COMBUSTIBLES: distintos medios informaron sobre que lleva más de 15 meses de caída continua, que se acerca al 8 % en la medición interanual.

3.- CAÍDA DE LOS VIAJES INTERPROVINCIALES: la mayoría de las empresas de larga distancia han recortado horarios y líneas, porque no hay pasajeros. Esa es otra muestra más, porque si se hubiese dado vuelta la tortilla la gente lo primero que hace es viajar, por negocios, trabajo o para descansar y visitar parientes.

4.- AUMENTO DE VENDEDORES AMBULANTES: otra muestra que la pobreza crece es ver en las grandes ciudades del interior del país, ante la proliferación de la desocupación que más personas se lanzan a las calles para sobrevivir vendiendo cualquier cosa.

5.- AUMENTO DE LA DESOCUPACIÓN: nadie sabe a quién le hizo el INDEC esa encuesta, si en cada provincia los despidos por cierres de negocios o empresas. En Jujuy, por ejemplo, hay despidos en los ingenios azucareros. En Salta y Jujuy hay despidos en empresas mineras, porque el litio ha sido desplazado otra vez por el petróleo, por las últimas medidas del presidente norteamericano Donald Trump.

Mientras que Natalia Kidd, para Página 12, explicita los “errores” del régimen de Milei y del INDEC, que le quitan consistencia al informe brindado por la baja de la pobreza: “Sin embargo, el cálculo oficial tiene limitaciones, entre ellas, que sólo incluye los 31 centros urbanos más poblados del país, lo que abarca a 29,8 millones de personas, sobre una población total en Argentina de 47 millones de personas”.

“La medición cubre únicamente a ciudades de 100.000 o más habitantes, no capta ciudades pequeñas o áreas rurales, donde la estructura de la pobreza podría ser distinta“, señaló a EFE el economista Leopoldo Tornarolli, investigador del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.

Además, el INDEC mide la pobreza sólo en base a los ingresos declarados por los hogares que conforman su muestra y si éstos alcanzan o no para acceder a la canasta básica de alimentos y servicios, cuyo valor varía cada mes por la inflación.

Debido al severo ajuste fiscal y monetario, la tasa de inflación desaceleró desde un máximo del 289,4 por ciento interanual en abril del año pasado al 117,8 por ciento en diciembre último.

Según el INDEC, la pobreza bajó porque durante la segunda mitad de 2024 el ingreso familiar aumentó un 64,5 por ciento respecto al semestre anterior, por encima del alza del 26,7 por ciento en el valor de la canasta básica de alimentos y servicio.

 

Aspectos no medidos

Algunos expertos cuestionan ciertos aspectos de la metodología de medición de la pobreza por ingresos, entre ellos la utilización de canastas de consumos desactualizadas respecto al peso que hoy tienen en los hogares los gastos de servicios de la vivienda y el transporte. Tampoco incluyen gastos de alquiler, cuando el 40 por ciento de la población no tiene un techo propio.

Según el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina, el alza en las tarifas de servicios públicos en 2024 incrementó el peso de los gastos fijos por sobre los gastos variables de los hogares, de modo que las mejoras en el ingreso familiar real no implican necesariamente más y mejores consumos corrientes.

“Esto explica por qué, si bien se observan similares niveles de pobreza e indigencia que hace un año atrás, continuaron aumentando la pobreza multidimensional, la inseguridad alimentaria, la imposibilidad de acceder a medicamentos o servicios de salud, los impagos de deudas o la imposibilidad de reparar la vivienda”, afirmó el ODSA en un informe. Así termina Kidd su informe para EFE.