WHAT IS THIS?: Sáenz invitó a una negacionista de la represión genocida de la dictadura “para homenajear al Prócer máximo de la salteñidad”, justamente el que luchó contra los apátridas

Toda una puesta en escena que deja mal parado al gobernador Sáenz. Desde algún lugar el alma de Güemes le dice que así no, que a los salteños no se los defiende desde la mentira, sino desde la propia impronta, desde un propio proyecto provincial que sacuda los cimientos de la región Norte Grande, como alguna vez lo hicieron los gobernadores Miguel Ragone y Roberto Romero. (Foto: Twitter-X).

SALTA (Especial-EL SOL ABC). ¿Estará bien de la cabeza el gobernador Sáenz? Es lo que se pregunta la mayoría de los salteños de bien, que quieren una Patria libre, justa y soberana.

Y lo hace a rostro descubierto, como si gobernara sólo para un sector de la salteñidad. ¿No estará siendo tiempo que los salteños de piel curtida y bien güemesianos no nos dejemos engañar con este fárrago de maturrangos (*) de la política, que inventando falsos paradigmas engañan al pueblo? ¡Sería muy bueno para las futuras generaciones que nos rebeláramos, como nos enseñó el Gral. Martín Miguel de Güemes, y les diéramos un tremendo escarmiento político a la “cholada” que vive colgada del poder!

Este Sáenz es un sujeto que jamás leyó la verdadera Historia de Güemes, donde existe un “intercambio de cartas entre el general realista y jefe del Ejército del Alto Perú, Pedro Antonio Olañeta (a la sazón primo del Prócer salteño), donde le invita a sumarse a las tropas [1] que comandaba para acabar con la rebelión del Gral. José de San Martín y el Gral. Manuel Belgrano, en su intento de hacer caer al Virreinato del Alto Perú, con la oferta de darle dinero, municiones, prestigio y buenaventura en esta parte del territorio que ya era las Provincias Unidas del Sur”. Por supuesto, que como buen patriota Güemes no sólo que rechazó la oferta, sino que elegantemente “lo mandó a pasear”, porque “primero estaba su compromiso con su Patria y luego con su tropa de gauchos”. Lo que dista de lo que hacen Sáenz y su tropa de adláteres.

 

La falta de cosmovisión histórica patriótica

El posicionamiento político de Gustavo Sáenz nos describe que es un hombre que no tiene esa cosmovisión histórica de nuestros Próceres, ni social porque no entiende que “fue elegido para que gobernara para los casi 2 millones y medio de salteños, de todos los estratos sociales. No para que gobierne para los ricos”. Está confundido con eso de que “el capital privado es más importante que el trabajo del hombre”. O es que estuvo en otra parte cuando ocurrió la Pandemia del Covid 19, que los patrones pedían a gritos que los trabajadores fueran a trabajar, porque “sino se les morían las empresas”.


Qué hace esta negacionista vistiendo el símbolo de la salteñidad. Estamos cayendo en la abstracción de la ridiculez y el desparpajo, dicen en las redes los salteños. (Foto: Twitter-X).

Y en esa desorientación invita como si fuera la “dama de la democracia” a una Victoria Villarruel, que se ha cansado de menospreciar los derechos humanos de los familiares de los desaparecidos por la Dictadura militar y que en pos de seguirle el “training” a Milei está firmando todo para que el país sea saqueado “en nombre de las inversiones que no aparecen”. Todo lo que hizo Villarruel hasta ahora es contrario a los postulados del prócer Martín Miguel de Güemes, que si estaría vivo ya los hubiese corrido a rebencazos en el culo a Sáenz, Villarruel y Durand.

Y dejen de mentir con eso de las inversiones: ya la Provincia debiera tomar el ejemplo de La Rioja, donde la empresa estatal que tiene que ver con la minería ha logrado contratos de asociación con las inversoras que ya están trabajando en proyectos de extracción de oro y cobre, donde esta provincia del Norte Grande, con el direccionamiento del gobernador Ricardo Quintela ha logrado en cada uno de los proyectos entre un 30 a 40 % de las utilidades que se logren para esta provincia hermana. Quiere decir, que cuando hay un sentido de defensa de lo propio y de los derechos de todos los comprovincianos, no prima lo sectorial sino lo general.

Referencia:

[1]

SÁENZ NO QUIERE QUEDAR CON LOS DEDOS PEGADOS SOLO: si tan sólo cumpliera lo que ordena la Constitución Nacional, no haría falta convocar a ningún Pacto; a un paso de delito penal

SÁENZ NO QUIERE QUEDAR CON LOS DEDOS PEGADOS SOLO: si tan sólo cumpliera lo que ordena la Constitución Nacional, no haría falta convocar a ningún Pacto; a un paso de delito penal

Síntesis biográfica de Güemes

https://www.argentina.gob.ar/noticias/martin-miguel-de-guemes-y-su-ejercito-de-infernales

Nacido en una familia salteña rodeado de privilegios, desde muy joven se incorporó a la carrera militar. A los catorce años ingresó al Regimiento Fijo de Buenos Aires que tenía asiento en Salta y con ellos participó en la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas de 1806. Al tiempo, fallece su padre y el joven Güemes vuelve a Salta y lo sorprende la Revolución de Mayo. El Cabildo de Salta fue el único Cabildo en adherirse a la revolución y Güemes va a recibir la orden por parte de la Primera Junta patriota de cerrar las comunicaciones entre el Virreinato del Río de La Plata y el Virreinato del Perú, y cumple esa tarea con éxito. Después de la Revolución de Mayo se incorporó al ejército destinado al Alto Perú al mando de Manuel Belgrano. En 1814, José de San Martín se va a hacer cargo del ejército de Belgrano y designa a Güemes como jefe de las avanzadas sobre el río Juramento, donde el salteño desempeña un rol militar estratégico. Al año siguiente se convirtió en el primer gobernador de Salta elegido por asamblea popular, sin intervención de las autoridades de Buenos Aires. Como gobernador, le otorga rango militar a los milicianos que lo venían acompañando, suma más adeptos y crea su propio ejército: la División Infernal de Gauchos de Línea, una tropa de aguerridos soldados que defendieron la frontera norte cuando el ejército de San Martín fue a liberar Chile y Perú.

Güemes fue un gran colaborador en el proyecto emancipador de San Martín y un innovador estratega militar. Su descomunal valentía provocó la admiración y el odio de muchos. Vivió tan solo 36 años. Su muerte fue producto de un complot; una emboscada organizada por sectores de poder disconformes con el poderío de Güemes, lo hirieron de muerte un 7 de junio de 1821 y tras 10 días de agonía, murió un 17 de junio en la quebrada de la Horqueta, bajo el calor del abrazo de su ejército y de sus gauchos leales. “Voy a dejarlos, pero me voy tranquilo, porque sé que tras de mi quedan ustedes, que sabrán defender la patria con el valor del que han dado pruebas”, fueron sus últimas palabras.

(*) El Gral. José de San Martín sabía decirles a los 
españoles invasores o a los apátridas, “maturrangos”, 
que en muchos de sus cartas o documentos personales 
aparece esta palabra o “godo”.