NO ES PA’ REIR NI PA’ LLORAR: desde EL SOL ABC saludamos la victoria del real presidente de la Nación, su excelencia don Marc Stanley

Figuretti y el presidente de la Argentina, su excelencia don Marc de las Mercedes Stanley. (Foto: Archivo).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Avispón Negro). Dispué de hacerme gasear el culo, andando por cerquita del Congreso, pensando encontrarlo al verdadero presidente, ni por asomo se me apareció el pirata de nuestros recursos.

Mientras caminaba, luego de huir de la balacera de la montonera trucha Bullrich, agarré la Santa Fe en dirección pa’ la plaza Italia, pa’ llegarme a la sede de gobierno del tal Marc, por indicación de unos paisanos que apedriaban a la cana gasiadora, en defensa de los trapos de todos como yo, que sólo ven la comida en los programas de las chancludas que enseñan los menú en la tevi.

Sólo uno de ellos, se animó a preguntarme: _¿Y usté pa’ qué busca el domicilio de la embajada yanqui? Con un poquito de vergüencita le digo: _Es que quiero darle un saludo y abrazo en nombre de todos los ex argentinos que somos, porque según me dicen es don Marc de las Mercedes Stanley el verdadero presidente la nación. Y como quiero pedirle un subsidio pa’ mis changos del baby fútbol allá en Jujuy, es que quiero verlo -me miran como diciendo de dónde habrá salío este runa.

Me han dicho, que don Marc es güenito como estampita en la pared y que si no juera por él no tendríamos tantos préstamos del efeme-i y ya estaríamos fundíos como los judíos del Once.

Luego de largo recorrido y más cansao que perro galgo en carrera de cuadrera, llego hasta la gran casona, donde me atienden dos negros altos como de la enebe-a con uniforme milico y me piden mis documentos. Y lo único que tengo pa’ mostrar es una tarjeta que el Chuli me ha dao, que es la Begu. Por lo que regresan los dos negros altotes y me dicen que no me pegan porque soy muy chiquito y que güelva cuando Tramp gane las elecciones allá en la sede central, en Niuyor.

Qué lo parió, yo que tenía tantas ganas de conocer a mi presidente, el que nunca aparece, pero es como el sol, siempre está.

Bueno, los dejo porque mi flaca, La Juani, está preparando unos ricos sanguches de ajo con caracú de puchero gordo acá en la capi.