Los mismos que lo pusieron ya no le creen. (Foto: Redes).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por FM América Noticias). El diario británico, defensor del libre mercado, advirtió que la sobrevaluación del peso distorsiona la economía real. Turismo exterior récord, industria en retroceso y empresarios que aplauden, pero no apuestan.

El Financial Times, una de las voces más escuchadas del poder financiero global, puso en duda la solidez del experimento libertario. En un artículo publicado el 14 de julio, y luego en declaraciones a Radio Urbana, Michael Stott –editor para América Latina del medio británico– desarmó el esquema económico de Javier Milei y advirtió que, lejos de consolidarse, “ya empieza a mostrar sus fisuras en la economía real”.

“El peso está muchísimo más fuerte que al inicio del gobierno, y esa sobrevaluación condiciona toda la política económica”, alertó. Para Stott, el tipo de cambio artificialmente apreciado opera como un corset: impide acumular reservas, destruye la competitividad exportadora y potencia el desequilibrio externo. “Ya lo vimos con Menem: bajar la inflación a cualquier costo, sin cuidar el resto, termina mal”, dijo, en una frase cargada de memoria económica argentina.

Postal potente

Una de las postales más visibles del “peso potente” es el turismo récord hacia el exterior: más de 8,4 millones de argentinos salieron del país entre enero y abril, un 68 % más que el año pasado, señala el artículo. “Vivo en Río y hay una avalancha de turistas argentinos”, graficó Stott. “El balance turístico se volvió fuertemente negativo”.

Mientras tanto, las exportaciones industriales pierden competitividad, importar se vuelve más rentable que producir y las reservas del Banco Central no crecen porque el Gobierno evita comprar dólares, para no alterar el tipo de cambio planchado.

“El presidente tiene el aplauso empresarial más fuerte de las últimas décadas, pero no hay inversiones reales. Los empresarios no abren las billeteras”, señaló Michael Stott, en un diagnóstico tan contundente como preocupante.

Aunque el gobierno ultraderechista suma elogios del sector financiero y algunos empresarios, la economía real sigue sin despegar. Empresas como Telefónica o Itaú están vendiendo activos y sacando dólares, aprovechando un peso fuerte que les facilita la salida, en vez de quedarse a invertir. “Eso no genera confianza a largo plazo”, señaló Stott.