BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por W. Panzeri). Hoy todos quieren hacer leña del árbol caído, principalmente los de la contra. Pero Russo fue sincero, cuando en conferencia dijo que “no jugamos bien y con el resultado puesto, ya que Benfica le ganó al Bayern, nos quedábamos igual afuera, hizo que los jugadores entraran a jugar sin ganas: la demora nos perjudicó. Pero no son excusas, debimos haber ganado a Benfica y luego del empate al Bayern lo planteamos mal al partido, donde debimos haber esperado y jugar de contragolpe. Pero son cosas que por el clima que se vive y la presión de la hinchada no lo ves”, fueron las palabras del técnico que asume que se cometieron muchos errores.
Desde mi punto de vista, Boca Juniors es un conjunto de voluntades mal encaminadas. Por momentos hay desesperación en traer jugadores de afuera. Luego se les pasa. Y sale la opción de lo nacional. Y así seguimos, con un Consejo del Fútbol lleno de opiniones divergentes, donde es lo que marea la tarea del técnico y del presidente del club, Juan Román Riquelme.
Hay que serenarse, porque tras del club hay una historia muy grande que no se la puede echar por la borda. A lo que hay que agregar que ningún equipo, ni los más grandes del mundo tienen la hinchada de Boca Juniors, que hizo que el Xeneize fuera local en EE.UU. Todo ello son cosas muy positivas para que técnicos, ayudantes y presidencia tomen las medidas necesarias para encaminar al club a los sitiales donde siempre estuvo.
Con respecto al equipo, hay que relanzar y dar de nuevo con tres jugadores que son hoy la columna vertebral: Blanco, Merentiel y Marchesini. Y es urgente buscar un pivot, como Riquelme, que haga jugar al equipo. Podría ser Paredes.
De lo que sí estoy seguro, es que Boca volverá, con un poquito más de suerte, sin tantos lesionados, a poner en letras grandes su nombre en cualquier torneo local o internacional. Pero también son los jugadores quienes deben mentalizarse que estar en Boca no es para cualquiera; y si lo estás, bueno entonces marcá la diferencia.