
SAN SALVADOR DE JUJUY (ESPECIAL-EL SOL ABC). Mientras C5N mostraba los sangrientos hechos suscitados en la capital jujeña, que anteriormente se dieron en la localidad de Purmamarca, durante un corte de docentes y pueblos originarios, en la ruta nacional 11, cientos de policías de civil se entremezclaron entre los manifestantes frente a la Legislatura jujeña para provocar caos y violencia, para que así el régimen atroz de Gerardo Morales pudiera justificar y mostrar al país que “con él no se jode”.
Allí se ven las camionetas, donde los policías de Morales incursionaron sin ninguna orden judicial en casas de ciudadanos que fueron perseguidos luego de la protesta por las calles de la capital jujeña. (VIDEO: Redes).
Pero todo va a saliendo a la luz para que el pueblo realmente despierte de esta noche aciaga y corrupta que instaló Juntos por el Cambio en Jujuy, con la complacencia y apoyo de un sector del pejotismo a cargo de Rubén Rivarola y Guillermo Jenefes, socios y amigos del dictador jujeño, en estos ocho años de gestión.
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Enlace del audio del policía que describe cómo les ordenaron infiltrarse en la protesta y marcha en la Legislatura. (Red de Periodistas-EL SOL ABC).
Así compartimos un audio, donde un policía compartió un mensaje de audio, donde avisa a su grupo de pertenencia en WhatsApp, que “tenemos que negar todo, que tenemos que participar como infiltrados y que vamos a recibir 50 mil pesos. Es una forma de reconocer, el trabajo que hicimos, peor es nada”. Lo que demuestra que la quema de la Legislatura y de un automóvil en las afueras de la Casa de Piedra no fue parte de la protesta, sino que “fue un plan orquestado por el Ministerio de Seguridad y la plana mayor de la Jefatura de la Policía de la Provincia”.
A todo ello hay que sumar la cruenta cacería casa por casa desatada contra varios manifestantes, con la complicidad del empresario de la construcción, de apellido Zarif, propietario de la empresa Hormixa, que es la que provee del hormigón para la construcción de la “cárcel modelo” en terrenos usurpados de la Finca de Chalicán y Río Negro, en la localidad de Chalicán, violando de esta manera una Ley provincial de donación que hizo el ciudadano francés Pablo Soria para el pueblo de Jujuy. A la que sumaron los empresarios mineros de apellido Paredes, dotando al régimen represor de Morales de las camionetas 4×4 con las que trasladaron a los detenidos, sin causa judicial alguna a la cárcel de Alto Comedero.

De esta manera el pueblo de Jujuy fue testigo directo de la flagrancia de la brutal represión desatada contra de un pueblo que está viendo afectados sus derechos constitucionales como la propiedad veinteñal sobre territorios de pueblos originarios y de sus recursos de supervivencia como el agua.
Ante estos hechos, que se parecen mucho a La Noche del Apagón, en la ciudad de Libertador Gral. San Martín en el año 1976, han salido a repudiar organismos internacionales como la Comisión Interamericana de DD.HH. de la OEA, el Alto Comisionado de Derechos Internacionales de la ONU como el organismo de Amnesty International a solicitarle al represor Morales a que “busque los medios para retrotraer su criminal postura de castigo contra personas que no tienen armas y que sólo reclaman por sus derechos ancestrales, que nada tienen que ver con los negocios que se quieren montar para beneficio de unos cuantos adherentes al régimen instaurado”.

Finalmente, Morales y sus operadores han entrado en un cono de sombras como de despropósitos, mostrando a Jujuy como “un laboratorio de experimentación” de lo que será un gobierno de Juntos por el Cambio en caso de acceder al poder en diciembre de 2023. Pero el pueblo de Jujuy es muy cansino y parsimonioso, pero cuando despierta es como un dique sin contención que hará tronar el escarmiento. Ya miles de jujeños repiten reiteradamente: “Renunciá Morales ya!! Y dejá sin efecto tu reforma recontratrucha”.