SAN PABLO, Brasil (Especial para EL SOL ABC- Por Obdulio Olarte Jair). Como una forma de desviar la atención de la gente por el terrible colapso de las políticas de salud del gobierno de Jair Bolsonaro, éste le pidió la renuncia a toda la cúpula militar, lo que hasta el momento nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde llegaran las consecuencias de tan tremendo desajuste entre Bolsonaro y las FF.AA.
Uno de los más prestigiosos investigadores como Leonardo Boff declaró a la radio argentina Radio del Plata, que “habrá manifestaciones por estos días y Jair Bolsonaro será alejado de la presidencia. Ya no cuenta con el apoyo del Ejército ni institucional”.
Mientras que desde UOL Brasil su columnista Tales Faria dijo que “esto del autogolpe es una de las estrategias de Bolsonaro para mantenerse en el poder, porque sabe que se le viene la noche”.
Además, agregó: “¿Recuerda el accidente con un Airbus A330 de Air France, que se estrelló en el mar entre Brasil y Francia en 2009? Hubo 228 muertos. El año pasado, el Boeing 737-800 se estrelló en Irán y murieron 176 personas. Un promedio de 200 muertos en dos de los mayores accidentes de los últimos tiempos. Bueno, estamos llegando al nivel de 4 mil muertos por día en Brasil. Es como si 20 de esos aviones se estrellaran en un solo día. Hemos pasado de los 300 mil muertos y no se sabe cuántas vidas se perderán más. Ninguno de nosotros ha experimentado una crisis de salud tan importante en toda nuestra vida.
’’Pero tenemos al presidente Jair Bolsonaro que negó todas las recomendaciones de la ciencia, se opuso al uso de mascarillas, promovió aglomeraciones, publicitó tratamientos tempranos no probados, spray nasal, cloroquina. La gente empezó a darse cuenta de que, después de todo, el Presidente de la República tiene la responsabilidad de lo que está sucediendo, así como su gobierno en su conjunto y los ministros de Salud que estuvieron poco en el cargo durante la pandemia. Entonces, la popularidad del presidente comienza a caer en picada. ¿Y qué hace él? Utiliza la estrategia que ha utilizado siempre que aparecen malas noticias en el horizonte: inventar una crisis, llamar la atención sobre otro tema. Podría ser una pelea con el ex alcalde Rodrigo Maia, otra con un ministro del Supremo Tribunal Federal como Alexandre de Moraes, o algo así. Esta vez, como el verdadero problema es el tamaño de un tranvía, o más bien 20 grandes aviones que matan a 4.000 personas en un día, Bolsonaro decidió llamar la atención con una historia realmente grande: la posibilidad de cometer un autogolpe de Estado. Fue allí donde creó esta crisis militar, destituyó al ministro de Defensa, general Fernando Azevedo y a los comandantes del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Y puso a cargo del Ministerio a su jefe de gabinete, el general Braga Netto. Consiguió lo que quería: robó parte de las noticias sobre la pandemia y el nivel de 4.000 muertes diarias.
’’Bolsonaro no tiene forma de obligar a las Fuerzas Armadas a dar un golpe. Fue señalado en el cuartel como un mal militar por el general y ex presidente de la República Ernesto Geisel. Pero tiene un batallón de milicianos y proto-soldados en las fuerzas de seguridad esparcidos por los estados que pueden imponer algo de terror.
’’Lo único que necesita Bolsonaro es que los militares no se lo impidan. Si es posible, diga amén a cada amenaza que haga a los civiles, para hablar sobre la pandemia y otras crisis. Espero que no te sigan. Mientras tanto, seguimos cargando con nuestros muertos”.
Mientras que France24 informó del amplio malestar que existe en las FF.AA. de Brasil, porque ven que “Bolsonaro nunca estuvo preparado para gobernar y que por su tozudez está llevando al país a un callejón sin salida. Entonces, creen que debería dimitir por el bien de los brasileños, porque además la crisis en salud es imparable”.
Finalmente, desde otros sectores de la oposición dicen que “Bolsonaro se mantiene, porque la Embajada de EE.UU. lo apoya y presiona a los medios y políticos no quitarle respaldo”.
