ODESSA, Ucrania (Especial-EL ESPEJO-Por Viktor Orbán *). Es tanta la mentira que corre por los medios del establishment occidental que la mayoría de la población europea vive el pánico de la guerra poniendo toda su furia de epítetos y maldiciones contra la Federación de Rusia, porque todos repiten las declaraciones de Voludomyr Zelensky, presidente de Ucrania, que sigue recibiendo órdenes del Pentágono, la OTAN y de los voceros del Palacio de Buckingham en Londres.
Una de las primeras mentiras que hay que hacer caer, es del famoso bombardeo con misiles de la Fuerzas Armadas rusas –informó el departamento de dichas fuerzas— sobre el puerto de Odessa, donde Zelensky salió por todos los medios occidentales a decir que “el Gobierno ruso ha dejado de cumplir con los acuerdos en Turquía, en el sentido que no habría acción militar en dicho puerto, con el afán de que le permitan a Ucrania sacar al mercado internacional, principalmente el europeo, de sus millones de toneladas de granos, que están ancladas en los depósitos de dicho puerto sobre el mar Negro”. Lo que no dice claramente el presidente ucraniano, es que “en los acuerdos en Turquía se firmó que no habría ninguna actividad militar ni de movimiento de tropas ni de almacenaje de material bélico”, cosa que el Gobierno de Ucrania no cumple, ya que se corroboró que uno de los depósitos atacados estaba repleto de misiles Harpoon, que pertenecen al Pentágono. Mientras que el otro sector, es un astillero que siendo utilizado para reparar un buque de guerra ucraniano.
Europa: está siendo puesta en duda su capacidad política independiente
Con la renuncia de cuatro de sus renombrados ministros, la UE –que se jactaba que todo estaba bajo control— está demostrando que su dependencia de EE.UU. e Israel no le sienta nada bien y que la ha puesto ante los ojos del mundo como un territorio obsoleto, donde las elites esconden sus tesoros y el resto la mira pasar, como convidados de piedra. A lo que se suma el “cambio climático” que ellos mismos alientan al no cumplir las reglas y siguen atizando una guerra que fue propulsada desde el Reino Unido.
Hoy el renunciado Boris Johnson —un hazmerreír de la política británica—, ya que se despidió de Downing Street Nº 10, mientras discursaba en el Parlamento a la hora de irse, con “¡Hasta la vista baby!”, emulando a “Terminator”, apareció en un campamento militar de entrenamiento cerca de Londres, vestido con ropa de fajina militar, donde 10 mil soldados ucranianos se entrenan bajo la orden de generales británicos.
Entonces, señores, nada de lo que les dicen es verdad, mientras todos los días cae la credibilidad de los gobiernos europeos, con lo que arrastran a sus poblaciones que además tienen que luchar con los calores abrasadores e incendios, como si la Naturaleza “les estaría enviando algún castigo por pervertirse ante EE.UU., Israel y el Reino Unido”.
Orbán, desde El Espejo, centra su mirada en la caída de la Unión Europea, ya sin peso económico y político en el mundo depende de lo que hagan EE.UU., Gran Bretaña e Israel. (YouTube-El Espejo).
