TAMBIÉN SON RESPONSABLES LOS PADRES DE LOS ASESINOS Y LA POLICÍA DE CAMPANA: hubo decenas de denuncias por golpizas de los matadores de Fernando, que se si las hubiese parado no se habría llegado al salvaje crimen

Estos son los asesinos del joven Fernando Báez Sosa, que ayer fueron sentenciados por la Justicia. (Foto: Redes).

CAMPANA, Buenos Aires (Especial-EL SOL ABC). Hoy los padres de los asesinos del joven Fernando Báez Sosa piden clemencia y buscan por todos los medios que se les morigere la condena a sus hijos y que “no sufran dentro de la cárcel” el dolor de los padres de Fernando. Mientras todos los medios están enfocados en si estuvo bien o no la condena, si hubo otros participantes y otras peregrulladas, pero nadie habla de por qué se llegó a esto.

Allí está el punto que la sociedad toda deba debatir de puertas para dentro de sus hogares, para que esto sirva de escarmiento para aquellos que creen que “los fines de semana es ese tiempo de rélax que te da permiso para hacer lo que se te dé en gana y más cuando estás en patota y totalmente alcoholizado”. Allí en territorios oscuros, donde prevalece la “ley del más fuerte”, no es como te cuentan o comentan en reuniones de amigos.

Esto se venía venir en la propia Campana, donde hubo varias denuncias contra esta banda de criminales que salían a pegar a diestra y siniestra a cuanto chabón se les cruzara y luego lo subían en las redes sociales, mostrando sus “trofeos”. Esta especie de locura lo sabían las familias de cada uno de ellos, porque estos asesinos no salieron de un repollo. Y una prueba de ello lo manifestó un primo de Thomsen en la ciudad de Zárate ayer, donde el camarógrafo de América y A24 fue agredido salvajemente por éste cuando estaba haciendo una nota en el domicilio del mismo. Allí queda muy claramente demostrado que la familia de Thomsen es muy violenta y que todos los gritos y pedidos de perdón son una fantochada para “escaparle al escarnio de una sociedad que se entera horrorizada que ni la policía ni las autoridades judiciales de Campana y Zárate pusieron coto a estos marginales, para que no se esté hablando de la salvaje golpiza a la que sometieron a un joven solo”.

Ahora ya es tarde, pero debe servir de ejemplo para que “se eduque con valores de humanismo y cultura a los hijos, para mejorar la sociedad y que no sólo vale el tener una moto último modelo o la 4×4 de lujo, o dinero para vacacionar sin límites”.

Las consecuencias las estamos viendo con este caso: padres que no saben qué hacer con  sus hijos o que tienen mal enfoque de lo que es vivir en sociedad.