RIDÍCULO: ¿qué pretenden La Nación y Clarín con su nado sincronizado?

¿Clarín y La Nación practican nado sincronizado? Están para las Olimpíadas, ambos dos. (Foto: Twitter).

 

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). La gerontocracia que domina las jefaturas de Redacción de La Nación y Clarín, dos medios antinacionales y de profundo carácter entreguista, está destrozando ya sin retorno lo poco que quedaba de periodismo que tenían o tuvieron alguna vez estos dos medios de tirada nacional.

Las principales plumas de estos medios cipayos han caído bajo una resolana de incongruencias y mentiras, que hasta los más jóvenes que hoy transitan por esas redacciones tienen escalofríos cuando leen los que les indican los secretarios de Redacción o los jefes, según la dinámica impuesta por el editor general.

Una cosa es defender una ideología, donde con una buena argumentación y algunas pruebas “se pueden debatir o refutar medidas tomadas por la administración del presidente Fernández, pero otra cosa es mentir descaradamente. Eso no es periodismo, sino “periodismo geronte por viejo y por enfermo”. Ni ellos mismos se hacen un bien, “ya muchos están transitando los caminos invisibles del alzheimer, que no se quieren dar cuenta”.

Las tapas con el título “La Corte rechazó por unanimidad el pedido de Cristina Kirchner” y con la sola excepción de la palabra “planteo” introducida por Clarín, los medios nacionales de mayor tirada en la actualidad volvieron a caer en una sincronización fatal para su propia valoración como medios “independientes” y “creíbles”.

Desde adentro de estos dos medios que hacen retroceder al periodismo argentino en varias décadas y la vuelve a la década de los años ’50, dicen que “esto va a pasar cuando la gerontocracia que los domina y conduce desaparezca. Porque todos estos enfermos, tienen fecha de finalización como cualquier mortal. Pero parece que ellos no están enterados. Muchos creen tener la receta de Mirtha Legrand”.

Y acá está La Nación. (Foto: Twitter).
Y acá está Clarín! ¿Dormirán tranquilos sus editores sabiendo que cometieron mala praxis de periodismo? (Foto: Twitter).