SAN SALVADOR DE JUJUY (Especial para EL SOL ABC-Por Francisco Deoli). Hay muchas aristas que el común de la gente no sabe qué es lo que se está moviendo tras de bambalinas. Hay que hilar muy fino, para ir descorriendo el velo de lo que trae en manos “este movimiento sigiloso” de Gerardo Morales, casi como el genial ajedrecista cubano Capablanca.
Pero de esto nada debe sorprendernos, de ser un furibundo y acérrimo defensor de Mauricio Macri antes y durante la gestión del tipo que no se hace cargo de nada, sino que estuvo pintado en la Casa Rosada, ahora pasa a ser un poco más que lameculo de Alberto Fernández. Y allá, en Buenos Aires, el círculo áulico que rodea al Presidente y que no quiere que el kirchnerismo tenga voz y voto, está trabajando en este “proyecto subterráneo” un poco arriesgado de triunfar: un peronismo sin el kirchnerismo.
Así entre gallos y medianoche ha surgido “un nexo sorprendente entre el ex primer secretario de Medios y Prensa de Gerardo Morales, Carlos Guari —hoy coordinador general en las sombras del jefe del régimen— y Carlos Cantero, dirigente proveniente del Frente Renovador de Jujuy, que supo defender las banderas de Sergio Massa y que tuvo su minuto de gloria, cuando se armaron las listas del Frente de Todos acá en la provincia, los que estarían trabajando ya para el 2023, con anuencia de Morales y del ‘círculo áulico de Alberto Fernández’, para poner a Sergio Massa como presidenciable para el 2023. Todos los movimientos de Felipe Solá, las declaraciones de Massa en el mismo sentido, con respecto a Venezuela, además de ser los propiciadores de las idas y vueltas del Presidente con el tema Vicentín y la creación de una empresa que tenga al Estado como garantía de una política de lineamientos sobre el agro, como la ahora acallada YPG Agro, nos están dando la pauta que lo que expreso tiene un 99 % de verdad”.
Un acercamiento peligroso
El acercamiento de Fernández con Morales es muy peligroso, dicen dirigentes y la mayoría de la gente, porque el mandatario provincial luego de los gruesos errores de gestión en el primero y ahora en este primer año, con la pandemia en auge, no llega a un 20 % de imagen positiva y lo mismo que la mayoría de sus intendentes. Este craso error en el que está cayendo el presidente Fernández, lo está haciendo que deje de lado a las bases peronistas kirchneristas y esté enviando ingentes fondos nacionales para tapar el desastre económico de la gestión de los globos amarillos que ahora quieren ser celestes y blancos, para seguir manteniéndose en el poder (ya le encontraron el gusto).
Entonces, diciendo las cosas con la verdad en la mesa, esta orden de Morales al juez Fernández “son pequeños gestos de engaño hacia el peronismo kirchnerista”, para que se distraiga; mientras por otro lado, como lo aseveró el fiscal Lello Sánchez: “Milagro Sala tiene una infinidad de causas más, por si acaso”. En sí es una medida para descomprimir. Y llegado el caso, de devolverle todo a la Tupac, “con la idea de que se pase al bando o a la banda que comanda Morales”. En política todo puede ser posible. Ese es su “arte”.
Lo que se dio con Milagro
Acá en Jujuy sabemos que son 5 ó 6 los tipos que manejan la Provincia. Y lo que pasó con Milagro Sala fue un “se les escapó la tortuga”. Una negrita callejera, pendenciera, hecha en la calle, “no podía disputarles el poder, de casi desde la nada. Pero lo hizo con el apoyo del kirchnerismo, tanto que llegó a hacer la obra más grande para el pueblo marginado de Jujuy, lo que no hicieron jamás estas 5 ó 6 familias adineradas de Jujuy”. Allí les saltó el odio y ese odio vino encarnado por este Gerardo Morales, que en varias ocasiones la había tentado “para que lo apoyara a llegar a la Gobernación”. Siempre recibió el rechazo. Y allí le nació el odio para hacerla “desaparecer”. Hoy “reconvertido maléficamente”, con la idea que olvidemos todo el mal que le hizo y le sigue haciendo a Jujuy, “da la orden de descomprimir, porque se dio cuenta que si quiere subirse al caballo de Alberto no lo puede hacer con ‘presos políticos sobre sus espaldas’. Entonces disimuladamente y muy despaciosamente, va cortando la soga con la que lleva atada a Milagro Sala, donde el 99 % de las causas son inventadas y además, ‘prejuzgadas’ y sin ninguna intención de parte del Justicia de Morales, de perdonarle las puteadas y pullazos que tuvo la líder de la Tupac con ellos cuando estaba en la cresta de la ola”.
