BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Hasta ahora nadie volvió a “meter los dedos” con el tema de las “valijas de Antonini Wilson”, un ex agente encubierto de la CIA en Venezuela infiltrado en el Gobierno de Hugo Chávez ni tampoco con “las valijas diplomáticas” por las que el Gobierno de EE.UU., a cargo del presidente Obama, denunció al entonces canciller Timerman por “intromisión y falta a los acuerdos entre ambos países”.

Es bueno desempolvar viejos archivos, para ver hasta dónde trabajan “los contratados indirectamente por la Embajada de los EE.UU., vía fundaciones u otras ongs, como las que maneja la ex funcionaria a cargo de la ‘Oficina de la Corrupción’, Laura Alonso, que sigue cumpliendo ‘eficaces labores, dando instrucciones y distribuyendo dinero para los fines aviesos para lo cual está mandada a cumplir’. ¿Ud. amigo lector ha visto u oído, que algún “Gordito lechoso como Viale, Lanata, Leuco, Morales Solá, Carlos Pagni, Jorge Fontevecchia, Luis Novaresio o el muy nerviosito Luis Majul, por citar unos cuantos esbirros al servicio de EE.UU. e Israel en la Argentina hablar de las ‘valijas diplomáticas’?”. Nadie. O preguntarle al bocón de Pereyra en Cadena 3 en la ciudad de Córdoba. Tampoco.

Hay que estar atentos

Mientras los noticieros y los “periodistas lechosos” nos tienen “adormilados con las cifras de los pacientes del coronavirus y de los fallecidos”, muchas cosas están pasando “por debajo del puente”. Entre ellas, lo que está pasando con los motines en las cárceles en la Argentina. Se sabe que no existe lugar más seguro, guardando las estrictas reglas de protocolo por el Covid-19, que las cárceles. Desde el mismo momento en que están confinados los presos, con sólo prohibir las visitas y tener especial cuidado con el ingreso de elementos externos, las personas en prisión son las que están más resguardadas. Sin embargo, ¿por qué se atiza la rebelión en todos los pabellones de detenidos de la Argentina? ¿No será que al Gobierno de los Fernández le está yendo muy bien con el coronavirus, que quiere que estalle por algún lado? ¿Quiénes se beneficiarían directamente con una caída del Gobierno de la Nación?

Bueno, todos estos interrogantes son los que se los debe plantear para que sepa cómo actúan los agentes locales y externos al servicio de EE.UU. e Israel.

Entonces, recordemos

Para plantar atención, los argentinos, debemos tener en cuenta todas las intrigas armadas por la CIA en la Argentina (dimos profusa información en varias decenas de artículos, tanto del semanario escrito como desde el diario digital EL SOL ABC), con la idea “de destruir la imagen y performance de un Gobierno popular y nacional”. Todo ello, también lo dijimos, en consonancia con “un trabajo en equipo con la Mossad de Israel”, que tiene a Guillermo Janco (marido de Patricia Bullrich) como uno de sus gestores, junto con uno “nuevito” como Jonatán Viale, comentarista en varios programas radiales y con programa propio en Canal América TV.

Las intrigas de la CIA fueron las siguientes:

1.- Armado del caso de las valijas de Antonini Wilson, con el cual se trató de desprestigiar la gestión del ex presidente Néstor Kirchner, para asimismo romper su amistad con el líder venezolano en ese tiempo Hugo Chávez Frías. (Año 2007).

2.- Incentivación a la protesta, utilizando todos los medios de comunicación, en el conflicto con la “patronal del campo”, cuando se paró el país por más de 120 días (mucho más que está cuarentena de 45 días y sin embargo piden levantarla). Se tiró alimentos en las rutas y luego no se dejaba transitar a ningún vehículo de carga. (Año 2008).

3.- Corridas bancarias, durante la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner, que comenzaron en 2009 y que tuvo 4 durante sus dos mandatos. Para ello, utilizan a los presidentes de los más importantes bancos. Así se estableció que Gabriel Martino, presidente del HBSC, fue uno de los mandantes al igual con el entonces presidente de la Shell Argentina, Juan José Aranguren. (Años 2009 a 2015).

4.- Las valijas diplomáticas de EE.UU. que el canciller Héctor Timerman mandó a abrir y que se descubrió un gran arsenal de armas sofisticadas como equipos de transmisión, que luego todo se silenció mágicamente. A causa de ello, luego fuera de la función, Timerman fue permanente hostigado y enviado a cárcel sin razón alguna, con falsos carpetazos armados por la AFI de Gustavo Arribas, hoy agente de la Mossad. (Año 2011).

5.- Hoy el conflicto en las cárceles argentinas. Nadie sabe cómo se retransmiten y se pliegan los internos de las cárceles. Es que el Servicio Penitenciario Federal está tomado por la CIA en la Argentina. Habría que hacer una investigación exhaustiva de los principales funcionarios de primero y segundo rangos de esta fuerza.

Por último, lo que pasa y pasó en Salta

Hicimos un minucioso trabajo en 2010, en EL SOL ABC impreso, que publicamos de cómo la CIA trabaja y trabajaba en la provincia de Salta. Por lo que ahora aprovechamos para reeditarlo y ponerlo de nuevo a su consideración, para que usted amigo lector saque sus propias conclusiones.

PAG. 3- Artículo publicado por

semanario EL SOL ABC en 2010

Una visita que pareciera “normal” al Poder Judicial salteño

COMO LA CIA ACTÚA EN SALTA

En este año del Bicentenario, los argentinos estamos eufóricos por un acontecimiento irrepetible en otros cien años. Pero hay fuerzas oscuras que traman que esa alegría se convierta en tristeza permanente. Con este artículo damos las pistas de la importancia de la provincia para intereses corporativos foráneos. Es allí que entra a mellar el poder de la agencia de inteligencia norteamericana, más conocida como la CIA.

Por Pedro Saborido O.

En el fragor de las noticias  —hoy existen miles de medios de comunicación, donde la mayoría desinforma— muchos comprovincianos la ven pasar por un costado y no toman atención de lo que ocurre. En EE.UU. muchas veces se ha denunciado, por ejemplo el periodista, escritor y cineasta Michael Moore —el de la película “Columbine”— como por el escritor Noam Chomsky, que la democracia estadounidense es casi “es un fraude”. Allí donde el poder corporativo está por sobre el interés particular de las personas. Allí donde la Central Agency Intelligence (CIA) es el brazo armado e investigativo al servicio de un grupo de la élite anglo-norteamericana, que está por sobre el poder que pudiese tener el presidente Barack Obama.

Y hoy los ojos norteamericanos  —por su fenomenal crisis económica— han vuelto a mirar el “patio trasero”. Sino no se entiende lo reiterados viajes de distintos personeros del gobierno estadounidense en los últimos tiempos y las polémicas, cuando el secretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Arturo Valenzuela, se refirió a la “inseguridad jurídica” de la Argentina. Recientemente, la secretaria de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton, pernoctó en el país, no sin antes reunirse con la presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en su visita a Brasil, Uruguay y Chile.

Y por qué ese resurgimiento del “interés” norteamericano por los países de Latinoamérica. Porque el olvido y desatención de parte de la anterior administración Bush, ha dejado que surjan las voces “disonantes” de  gobiernos de centro izquierda o de izquierda directamente. Pero peor para sus intereses, que en la reciente cumbre de México se haya excluido a los EE.UU. y a Canadá.

Entonces, por las grandes porciones de reservas naturales de Latinoamérica, no ven otro camino que para el resurgimiento del “imperio” se vuelva a tener injerencia directa sobre las actividades de cada uno de los gobiernos latinoamericanos. Y hacia ese punto viaja la intromisión disimulada del trabajo de los personeros de la CIA en Latinoamérica.

Y por qué Salta

La provincia de Salta está en un lugar estratégico geopolíticamente. Es la única provincia que colinda con tres países. Posee ingentes recursos naturales: minerales estratégicos, abundante agua, petróleo y una selva de las Yungas excepcional. Se puede decir que por todos los anteriores recursos y características micro ambientales descriptos, es un lugar especial para vivir. Pero más allá de eso, en distintos informes y libros se ha informado in extenso sobre las espurias actividades de la CIA y la DEA en el manejo del narcotráfico, como una forma de infiltración y la excusa ideal para parapetarse con agentes, marines y logística en los países en los que EE.UU. desea manejar: tal el caso Colombia. Donde su presidente  Uribe es el ariete contra el “avance” del presidente de Venezuela Hugo Chávez.

Asimismo, una de las formas de infiltración es el Poder Judicial. Allí es donde centran sus disimuladas actividades que van como una suerte de asesoramiento, cursos, organización de foros, donaciones, etc. A comienzos de la década de los ’90, el entonces presidente de la Corte Suprema de Bolivia, Dr. Juan Carlos Oblitas, sufría la constante visita de personeros de la CIA, escondidos bajo los títulos de “asesores jurídicos” de la Embajada de EE.UU. en Bolivia. El tenor de la visita era presionar a la Corte por denuncias y litigios contra empresas mineras norteamericanas por contaminación de los ríos de los departamentos de Potosí y de Oruro. Además, para frenar varios decretos presidenciales del entonces presidente Jaime Paz Zamora en su idea de la reforma de la Carta Magna boliviana.

Y qué paso en nuestra provincia

La información simple y nada novedosa es que el “agregado cultural” de la embajada de EE.UU. en Argentina, Jhon Finn,  visitó la Escuela de la Magistratura en la Ciudad Judicial de Salta, como una “forma de interesarse por el trabajo que viene realizando esta escuela, donde se capacitan magistrados, funcionarios y personal del Poder Judicial de Salta”.

La escueta información se dio en las primeras semanas de febrero, cuando el carnaval arreciaba sobre los distraídos comprovincianos. Allí también se habló que fue recibido por María Cristina Garros Martínez, quien es además titular del Consejo Académico de la Escuela de la Magistratura.
Además, se informó que la Escuela de la Magistratura organizará los Segundas Jornadas Nacionales y Primeras Internacionales “Hacer Justicia una Visión de Género”, donde entre otros especialistas en la materia, disertará la actual embajadora de Estados Unidos en nuestro país, Vilma Martínez.

Entonces, el más simple de los ciudadanos tiene el derecho a preguntarse “por qué esa ‘loable preocupación’ de la Embajada de los EE.UU. por la Escuela de la Magistratura del Poder Judicial de Salta”. ¿No es nuestra provincia, una provincia periférica donde no existen grandes conflictos judiciales y menos con intereses norteamericanos?

Muchos investigadores de la Universidad Nacional de Salta han denunciado reiteradamente la venta de información estratégica mineralógica a los EE.UU. por parte de algún catedrático que hoy es diputado provincial. Y al día de hoy también —hicimos saber en su momento— se vendieron los terrenos adyacentes del dique Cabra Corral a testaferros de corporaciones norteamericanas en una cantidad superior a las 2.000 hectáreas. ¿Qué es lo que guarda el subsuelo salteño, tan importante para los EE.UU.? ¿O es la ruta del narcotráfico, tan importante para su estrategia de ocupación, la que hace que se entrometa en un poder fundamental para las instituciones políticas y jurídicas de Salta?

Cuando la intromisión viene disfrazada

Por estas semanas casualmente, un excelente informe del diario Crítica de Buenos Aires da cuenta de cómo varios cárteles de la droga han comenzado a focalizar su atención en la República Argentina. Todos ellos mexicanos y colombianos, que han profundizado el estudio del terreno y sus diversas posibilidades en el país. Pero nada de esto es gratuito, sino que se sospecha que el departamento de Estado norteamericano, con representantes en la Embajada en Buenos Aires, “ha comenzado a entregar información a los medios de comunicación nacionales para ‘meter’ el problema del narcotráfico en la conciencia de la gente”.

Esta explicación viene como consecuencia del viaje del “agregado cultural” Jhon Finn a Salta.

En el libro del autor Walter Graziano “Hitler Ganó la Guerra”, éste da a conocer cómo la CIA disfraza a sus agentes en las embajadas de EE.UU. por el mundo con cargos de “agregados culturales, asesores jurídicos, asesores militares, asesores sociales, etc.”. Y en esta línea de acción actúa la DEA, agencia estadounidense de lucha contra la droga.

Puedo dar testimonio real de la intromisión camuflada por parte del gobierno norteamericano, cuando residiendo en Bolivia en los años ’80, allí se dio un caso paradigmático por la muerte del científico local Noel Kempf junto a otros dos investigadores. La muerte de Kempf se dio en la selva de un parque nacional Isidro Roboré, casi colindando con Brasil en el departamento de Santa Cruz. Allí el hombre de ciencia junto a sus acompañantes fue acribillado por haber ingresado inconscientemente en un gran laboratorio de preparación de pasta base de cocaína.

Por el renombre del científico cruceño, se hicieron todas las investigaciones posibles. El poder económico de la familia Kempf siempre chocó con la “inacción del Gobierno de Jaime Paz Zamora —una especie de Menem boliviano— y el poder de la Embajada norteamericana en La Paz.

Pero allí surgió el trabajo de Roger Cortez, distinguido periodista local, quien profundizó la investigación del escandaloso crimen de los biólogos en un libro conocido como el “Caso Huanchaca”. Allí este colega desentrañó la madeja y génesis de la muerte de Kempf y sus acompañantes, cuando pudo hacerse con un facsímil que el Departamento de Estado de EE.UU. le había enviado al gobierno de Paz Zamora dando cuenta de la muerte del científico cruceño con escasas horas de diferencia con el momento de los hechos. Según la investigación oficial, se tardó más de 10 días en dar con el paradero de los cuerpos. Allí también Cortez desenmascara el trabajo de la DEA en Bolivia cuando publica en el mismo libro que “fueron agentes de la DEA quienes fueron los que dispararon de muerte a Kempf  y sus acompañantes, cuando advirtieron que los hombres de ciencia iban a revelar el mayor escándalo de Bolivia: que la DEA se financia armando ella misma sus laboratorios en plena zona selvática boliviana”. Por supuesto, luego se culpó de los asesinatos a dos pobres brasileños que hacían de correo de droga en la selva boliviana.

Todo tiene que ver con todo: los reiterados viajes de Eduardo Duhalde a EE.UU. y sus reuniones con personeros del Departamento de Estado no hacen más que indicar, que hay una trama muy sucia que va en detrimento de las posibilidades de Argentina.

El Director