OJO, ABUELAS: a los 57 años mujer tiene hijo en New Hampshire (EE.UU.)

Barbara Higgins de 57 años luce rebozante de felicidad junto a su su hijito Jack. (Foto: Concord Monitor).

CONCORD, New Hampshire, EE.UU. (Especial-Contexto). Cada vez son más las mujeres que retrasan la maternidad. Bien por razones sentimentales, laborales o económicas; cada vez hay más niños que nacen cuando sus madres se encuentran en la madurez.

Las técnicas de reproducción asistida ofrecen la oportunidad de compaginar maternidad y menopausia, y muchas mujeres están aprovechando esa opción.

Ahora se está dando un fenómeno que comienza a ser cada vez más frecuente: que las mujeres mayores de 50 también lo sean. Famosas como la modelo Brigitte Nielsen sorprendió por ser madre a los 54 años, y hoy nos llega otro caso insólito, el de Barbara Higgins, una profesora estadounidense que se ha convertido en madre a los 57 años.

Hace apenas unos días, Barbara pudo ver la cara de su tercer hijo, al que ha llamado Jack, y que le ha convertido en la mujer con más edad en dar a luz de manera natural en el estado de New Hampshire.

Jack llega después de que Barbara y su marido Ken estuviesen intentando concebir de manera natural sin éxito. Su deseo por tener un tercer hijo llegó en 2016, cuando perdieron a su hija Molly por un tumor cerebral.

Tras algunos años de duelo, decidieron hacer lo posible por aumentar su familia. Sin embargo, Barbara quiere dejar claro que Jack no ha llegado para sustituir a su hija Molly, aunque admite que probablemente el pequeño no existiría si la joven estuviese viva.

Jack se lleva 20 años con su hermana mayor, Gracie, que nació cuando la pareja tenía 30 años. “Ya entonces me sentía una madre ‘mayor’, todos mis amigos habían tenido ya a sus hijos por aquel entonces”, confiesa Barbara al portal Concord Monitor.

Sin embargo, no contaba con que iba a vivir otro embarazo más de dos décadas después. La mujer admite que no ha sido un proceso fácil, pero al correr más riesgos, lo ha vivido con más sentimientos e intensidad. Su marido Ken, a sus 65 años, dice sentirse “más joven que hace 10 años” y está preparado para este reto.