OCCIDENTE “DUDA” DE RUSIA: el “negocio” que ganó el Oso, mientras Trump y Netanyahu se dedican a fabricar armas de destrucción masiva

Rusia dio un primer paso efectivo y real en la lucha contra la pandemia mundial al presentar su vacuna que "por ser simple, es brillante", dijo un científico ruso al respecto. (Foto: Revista Sputnik).

MOSCÚ, Rusia (Especial para EL SOL ABC-Por Martina Podorova). Con la gran noticia que dio al mundo ayer el presidente Vladímir Putin todo “Occidente” (EE.UU. e Israel) quedó patas para arriba. Es que con la aparición de la vacuna contra el Covid-19 todos “los especialistas” pagos por las grandes multinacionales de los fármacos insistieron y lo van a seguir haciendo en que “la vacuna rusa no cumple los requisitos de pruebas y contrapruebas, además de que no haya publicado en los medios de las multinacionales todo el esquema de investigación y desarrollo de la nueva vacuna”. O sea reclaman, que no se les haya dado a “ellos” la “fórmula para que luego la copien y ellos mismos le digan al mundo, que ‘ellos tienen la vacuna mejorada’ y con menores contraindicaciones”. En qué mundo vivimos, la “picardía ‘occidental’ de apropiarse de todo lo que los otros hacen, pero ‘cuando les toca a ellos compartir, ponen el grito en el cielo’ porque jamás comparten algo, porque para ellos primero ‘está el negocio’ ”.

¿Alguien se puso a pensar siquiera que el presidente Putin puede tirar por la borda todo el prestigio que tiene por sólo querer adelantarse en una carrera inventada por los “periodistas pagos por los laboratorios “occidentales”?

¿O muchos todavía no ven el daño que está causando el Covid-19 en la población de Rusia, donde la curva de contagios ha subido considerablemente? ¿O no saben que existe por suerte en Rusia autoridades preocupadas por el pueblo, por la gente común, cosa que en “Occidente” no existe?

 

Lo viene anunciando desde hace más de 5 meses

El Ministerio de Salud de Rusia viene anunciando  al mundo, cuando los efectos de la crisis de la pandemia comenzaba a hacerse sentir también en Rusia, que los estudios que ellos habían comenzado para una vacuna en el año 2015 sobre la gripe aviar y otras gripes, fue la base para el gran trabajo que se prosiguió sobre otro fármaco creado en Japón, el Avifair. Todo esto se comunicó en tiempo y en forma. Lo que pasa es que los gobiernos de EE.UU. e Israel ahora se sienten tocados, porque ellos siguen desarrollando bombas y armas de destrucción masiva, como la que lanzaron sobre el heroico pueblo libanés de Beirut el 4 de agosto pasado. Mientras que el pueblo y los dirigentes de Rusia estaban enfrascados en curarse a ellos mismos. Y luego, si se puede compartir con todo el mundo este fabuloso hallazgo.

Por ejemplo la revista rusa Sputnik tituló “La vacuna rusa contra el coronavirus es ‘simple como todo lo brillante’ “. Así también compartió claras declaraciones del médico y emérito de la Universidad Estatal de Moscú, como asimismo profesor en la Facultad de Medicina Fundamental, Serguéi Tsarenko, donde explica con la frase del título que utilizó Sputnik el descubrimiento de la vacuna.

Así dice el profesor Tsarenko: “Nosotros, los médicos, hemos tenido éxito en el tratamiento de pacientes con coronavirus usando anticuerpos monoclonales, esteroides, antivirales. Empezaron a morir menos pacientes, pero aún en casos de formas severas de la infección tenemos que conectarlos a un respirador artificial. Y, luego, entre seis y ocho de cada 10 personas mueren por infecciones adquiridas en el hospital. Estos pacientes se salvarían con nuevos antibióticos, pero llevaría años desarrollarlos.

’’Pero hay otra opción: evitar que las personas se infecten con el coronavirus. Es una buena opción en todos los aspectos: la persona se mantiene saludable y no infecta a los demás. Después de todo, cuanto más resistentes sean las personas a la enfermedad, más gruesa es la capa inmune en la sociedad y más pronto llegará el fin de la epidemia.

’’De momento, la resistencia a la enfermedad se forma sólo si una persona se enferma con ella. Pero también hay una opción más segura: la inmunización. Especialmente porque hay una vacuna efectiva y segura creada por especialistas del Centro Gamaleya. Este instituto es para la comunidad microbiológica lo equivalente a la marca Mercedes Benz para la industria automotriz.

’’Conozco a los académicos Alexandr Guinzburg y Denís Logunov  —el director y el vicedirector del Centro Gamaleya—  desde hace muchos años. Con ellos y su personal desarrollamos nuevas formas de combatir a las bacterias resistentes. Además, los científicos del instituto ya han desarrollado con éxito vacunas contra el ébola y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Y no sólo la desarrollaron, sino que han elaborado una forma segura y efectiva para su desarrollo, basada en vectores. Como se acopla una estación orbital a un cohete de transporte, a un adenovirus, inofensivo para los humanos, se acopla un pedacito de coronavirus y se lo lanza en el organismo humano. Después de eso, el cuerpo crea inmunidad tanto al cohete de transporte como a la estación espacial. Para consolidar el éxito, en tres semanas, la misma estación espacial es lanzada en otro cohete de transporte, es decir, otro adenovirus. Y nuevamente se forma la inmunidad. El resultado es que se forma una inmunidad más débil para ambos adenovirus  —después de todo, el cuerpo no la necesita—  mientras que para el coronavirus, una protección inmunológica estable y confiable.

 ’’Simple como todo lo brillante. Al igual que todo lo demás, es brillante. Y a nadie más que a nuestros talentosos profesionales se les han ocurrido tales sutilezas. Se están creando varias vacunas vectoriales más en el mundo, ¡pero no con dos cohetes de transporte!

’’La vacuna ya ha sido probada en voluntarios. Además, los primeros voluntarios fueron los mismos empleados del Centro Gamaleya. Son como los creadores de un nuevo puente: ¡se pararon debajo de este puente, mientras el primer tren lo cruzaba! Después de eso, la vacuna se probó en voluntarios militares. Ni una sola complicación, todos obtuvieron una poderosa inmunidad.

’’No es de extrañar que haya habido una ola de críticas en la prensa. Desde historias ficticias sobre tecnologías robadas hasta especulaciones pseudocientíficas sobre un posible deterioro en caso de infección accidental por coronavirus durante la formación de la inmunidad a la vacuna. Esto último suena aterrador, se trata de la amplificación dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés). Pero asusta solamente a los no especialistas. Los virólogos saben que el efecto de la ADE sólo se ha registrado con relación al dengue, y aun así, no se debe a la vacunación. En otros casos, el efecto se ve, a veces, en un tubo de ensayo. Y no en el caso de las infecciones de coronavirus”, dice en una parte el profesor Tsarenko.

 

Quiénes están detrás de la campaña antirrusa

También el catedrático se hace preguntas y da pistas sobre quiénes podrían estar detrás de la campaña antirrusa. “Y luego surgen las preguntas. ¿Quién financia esta campaña en la prensa? ¿De quién dependen los expertos independientes? Un secreto a voces: de los fabricantes de otras vacunas, que hasta ahora se han quedado atrás de los científicos rusos. También de los fabricantes de medicamentos antivirales, a veces efectivos, pero sólo para formas leves de la enfermedad y que tienen una gran cantidad de efectos secundarios.

’’A nosotros, los médicos en ejercicio de la profesión, nos da vergüenza mirar esos acuerdos por debajo de la mesa. Estamos esperando el día en que los pacientes con infección por coronavirus dejen de acudir a nosotros y en que finalmente podamos hacer frente a otras enfermedades, para las cuales no nos sobra tiempo por la epidemia”, finaliza en su comunicado que reprodujeron varios medios rusos.

Fuentes: Instituto de Gamaleya-Revista Sputnik-RT