Crece la conmoción en el Reino Unido y Europa a medida que más detalles se revelan sobre el caso de los 39 inmigrantes de origen chino que murieron asfixiados y congelados en un contenedor refrigerado que era transportado por un camión en el parque industrial Waterglade, Essex.
Los cuerpos de las víctimas fueron halladas por las autoridades policiales este miércoles 23 de octubre luego de que el propio Maurice Mo Robinson -conductor del vehículo Scania- advirtiera sobre el escabroso descubrimiento. Sin embargo, el chofer está siendo investigado por homicidio. La policía intenta determinar si el joven estaba al tanto del “cargamento” o sólo supo cuando abrió las compuertas traseras del camión.
El caso rememoró otro sucedido en 2000 en el puerto de Zeebrugge, en Bélgica. Allí, 58 migrantes chinos que estaban ingresados clandestinamente en un camión de tomates murieron. Sólo dos sobrevivieron y contaron detalles. El conductor, tras enfrentar un control, dejó su contenedor dentro de un ferry. Pero tomó una decisión fatal: cerró una compuerta de ventilación para evitar que se escucharan los ruidos y así poder continuar el viaje -ahora por agua- sin ser descubiertos. Sin embargo, la falta de oxígeno los asesinó.
Esa misma pista siguen los investigadores, quienes creen que se trata de la misma ruta que tomaron las últimas víctimas. El contenedor donde finalmente perecieron fue cargado en un ferry también en Zeebrugge, idéntico centro portuario donde 19 años atrás murieron otros 58 migrantes. Fiscales belgas dijeron que “no tenían idea” acerca de cuando las víctimas habían sido ingresadas al contenedor y enviadas a Essex desde Zeebrugge. Tampoco sabían cómo habían llegado hasta allí, de acuerdo al diario Evening Standard.
Aquella vez, gracias al testimonio de los dos sobrevivientes, se conoció el largo periplo que habían atravesado los 60 chinos que partieron inicialmente de su tierra y llegaron hasta la costa de Bélgica. Se cree que las víctimas llegaron a su destino final desde Fujian, una provincia costera muy pobre en el sudeste de China. En aquel lugar olvidado por el régimen, algunas mafias se dedican al tráfico de personas. Las bandas de trata cobran 25 mil dólares por cada uno de los migrantes que quieran escapar al Reino Unido.
La ruta es larga e inhumana: recorren dos continentes a través de todo China, países de la ex Unión Soviética, Medio Oriente, Serbia, Hungría, Austria, Francia antes de un barco a Gran Bretaña desde Bélgica u Holanda, de acuerdo a información de DailyMail. Aquella oportunidad, fueron encontrados muertos en la parte trasera de un camión de tomate que llegó a Dover el 18 de junio de 2000. Pero no fue la única vez que las víctimas mortales arribaban de Fujian. Los 23 que se ahogaron en el desastre del berberecho de Morecambe Bay en 2004, también habían sido traficados desde el mismo lugar de China.
Las autoridades también están detrás del rastro del conductor. Quieren determinar si Robinson forma parte de la red ilegal o fue sólo un eslabón involuntario. Por el momento consiguieron que la Justicia lo demore otras 24 horas para poder ser interrogado nuevamente. Fue él quien en una parada en Waterglade caminó hasta la parte trasera de su poderoso Scania rojo para buscar documentación sobre la carga y descubrió los cuerpos apilados y sin vida de los ciudadanos chinos congelados. Su casa fue registrada en las últimas horas en busca de pruebas que pudieran comprometerlo. Los resultados de esos allanamientos aún no fueron informados.
Un testigo que estaba en el lugar y vio casi todo, indicó al diario Evening Standard que cuando Robinson abrió el container llamó al 999 (el servicio de emergencias del Reino Unido) y luego se desmayó. Las dudas sobre su participación son cada vez mayores. Sus padres ya se trasladaron de Irlanda del Norte a Essex, donde aún está detenido su hijo como el único sospechoso.
El recorrido en tierra británica
El camión arribó al Reino Unido el sábado a través del puerto de Holyhead y provenientes de Dublin, en Irlanda. Previamente se cree que habría llegado a la isla desde el puerto francés de Cherburgo y se reportó que el vehículo tenía matrícula de Bulgaria, aunque este dato podría no ser determinante, ya que numerosas empresas registran sus camiones en ese país por cuestiones impositiva.
Sin embargo, el contenedor viajó por separado y en barco desde el puerto belga de Zeebrugge y llegó al miércoles a Purfleet, en Essex, tras lo cual Robinson lo recogió. Luego aparcó camión y carga en el parque industrial Waterglade de Grays, en Essex. No estaba claro en qué momento del viaje las personas entraron en el contenedor, ni cuál era el destino final.
¿Regresarían al continente? Esa es otra de las dudas que tienen los investigadores. Waterglade es un lugar común donde los camioneros hacen base antes de cruzar el Canal de la Mancha para retornar a Francia. ¿Fueron cargados en Zeebrugge o en Purfleet? Por ahora es un misterio. Para peor: a diferencia de la tragedia de 2000 aquí no hay testigos que pudieran explicar qué fue lo que ocurrió.