BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Hoy Morales, el mandamás “jujeño”, no sabe dónde esconderse, luego de los tremendos desaciertos en su gestión como jefe de la administración del Estado provincial norteño.
Y fue el “coronavirus el virus que atacó directamente a la gestión de Morales, el cual con un fabuloso marketing y millonarias dádivas fue reelegido y mintió al pueblo jujeño”. Pero toda mentira tiene “patas cortas”. Y así afloró la verdadera personalidad de un sujeto que está acostumbrado a llevarse todo por delante.
Desde las embajadas de Perú y de Colombia, mediante sendos comunicados, pusieron en evidencia “las mentiras de Gerardo Morales —cosa que publicamos en nota con ‘IRRESPONSABILIDAD DE MORALES: deja ingresar 49 ilegales, mintiendo a las autoridades nacionales’, del 3 de abril pasado— en los que dicen muy claramente que ‘ningún momento desde la Gobernación se comunicaron con la Embajada de Colombia’ ”. Desde la del Perú se pidió “no tomar decisiones que las debe tomar el Gobierno de la Nación, porque no debe haber superposición en las decisiones que nos perjudican a todos”.
Comunicado de Cancillería
La agencia Nova dijo al respecto que “la Cancillería Argentina, que lidera Felipe Solá, salió a ponerle los puntos al mandatario de Juntos por el Cambio.
’’Fue, en esta oportunidad, Guillermo Justo Chaves, jefe de Gabinete de la Cancillería, quien emitió una carta con el régimen jujeño como destinatario a raíz del conflicto desatado con los países sudamericanos que se abrió por su decisión política inconsulta.
’’El embajador de Perú en Argentina, John Peter Camino Cannock, se dirigió en persona a la Cancillería para realizar el reclamo correspondiente.
’’El comunicado a la Provincia de Jujuy es el siguiente: ‘Mucho se le agradecerá tener presente que el planteo de un reclamo a un Estado extranjero es un acto que recae en la órbita de la conducción de las relaciones exteriores, materia que nuestra Constitución Nacional ha colocado bajo la competencia del Poder Ejecutivo Nacional’, acusó la cartera de Solá al gobierno norteño.
’’Con esto, básicamente, la Cancillería dejó en claro que un gobierno provincial no puede entrometerse en temas de índole nacional que, por ende, no son de su competencia: todas las temáticas de relaciones internacionales corresponden a la órbita nacional.
’’Todos los asuntos oficiales de que la misión esté encargada por el Estado acreditante han de ser tratados con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor por conducto de él, o con el Ministerio que se haya convenido”, argumentó la Cancillería.
