BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Todo tiene nombre y apellido. Es clave que se desenmascare a estos mercenarios peligrosos, que no le hacen nada bien a la población mayoritaria del país. Por eso haciendo un seguimiento de los principales medios de noticias, notamos claramente que TN y Crónica, con el Pelado, son medios cipayos disfrazados de medios de comunicación.
Desde la semana pasada, junto a la corrida bancaria, dos sujetos peligrosos para la democracia como Esteban Trebuq (El Pelado de Crónica) y de Franco Mercuriale (TN) sin ningún escrúpulo azuzan a una remarcación de precios, a esconder los alimentos en góndolas de supermercados, mercaditos y almacenes de barrio. Ya saliendo de los marcos de un periodismo objetivo y con un claro direccionamiento a que “cuanto peor, mejor” para la banda que saqueó el país y que hoy quiere posicionarse de nuevo. Por ello, varios colegas han salido a manifestarse en varios medios, para decir que “hay que desenmascarar a estos esbirros enemigos de los argentinos”. Dicen que “una cosa es tener sentido partidario de militancia para tal o cual espacio político, otra es salir directamente a azuzar a la gente para que se manifieste contra un gobierno”, que no sólo los ha sacado de la pandemia, sino que además ha permitido a la economía del país se recuperara en menos de un año, cuando las voces opositoras hablaban “de por lo menos tres años”.
Trebuq, es parte del ex “Canal de Pueblo” y muestra un periodismo degradante, que se ensalza en los excrementos de la gente, buscando un amarillismo asqueroso, que hace que los conflictos en vez de detenerse se potencien en favor de un “rating” que enferma a la sociedad. Sobre esto se mueve un sujeto que, además, durante el macrismo, se lo veía ponerse contento por las medidas que “había tomado Bullrich” en contra del pueblo.
Y Mercuriale es otro personaje cínico, menos violento que el Pelado, pero igual de peligroso, porque es más mentiroso. Todas las tardes, sin ningún escrúpulo, tira datos sin ninguna prueba, como creyendo que la gente se chupa el dedo. Lo peor, es que no se da cuenta que gana su dinero de forma deshonesta y con él da de comer a su familia: dinero espurio.
Todos estos enemigos de los argentinos, hay que comenzar a poner en evidencia.
