SALTA (Especial-EL SOL ABC). Ante denuncias de vecinos, la Brigada de la Policía de Salta dio con una fiesta clandestina que está prohibida por el Gobierno de la Provincia y también por los protocolos del Comité de Emergencia por el Covid-19.
Mientras locos de alegría movían sus cabezas, como si fuesen a despedirse del mundo, los “watequeros” (fiesteros, en la jerga tumbera), les llegaron los agentes de la Brigada, que con bastón en mano les hicieron parar los rulos de miedo. A muchos se les pasó la ebriedad en un segundo.
Mientras, desde la oficina de Prensa de la Policía de la Provincia se informó que “en la madrugada de ayer domingo, en el macrocentro de la ciudad, policías detectaron una fiesta y multaron a 107 personas que participaban del evento incumpliendo las disposiciones establecidas ante la emergencia sanitaria. Hubo secuestro de bebidas alcohólicas”.
El procedimiento estuvo a cargo de personal del Sector 5B en un domicilio de barrio Hernando de Lerma.
En el lugar detuvieron al organizador de la fiesta y a 107 personas que participaban de la misma, a los que se les inició “sumario judicial por infracciones a las normas vigentes por el coronavirus”.
La única autorización
Desde la misma Policía se informó que “a través de la resolución del Comité Operativo de Emergencia se dispuso que podrán realizar reuniones familiares y sociales hasta un número que no supere las 10 personas”. Eso rige para toda la provincia de Salta.
Sin embargo nuestros corresponsales en distintas localidades de los departamentos de Rosario de la Frontera, Metán y Anta, denuncian fiestas clandestinas con mucho consumo de alcohol, pero que la Policía “hace la vista gorda”. Creen que los intendentes municipales tienen alguna complicidad con los “organizadores”.
Fuente: Prensa Policía de Salta
