BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Se puede decir con certeza que los restos que quedan de la UCR tradicional corresponden a la escoria neoliberal y así desandan sus últimos trotes, porque la corriente nacionalista alfonsinista, como la tradicional yrigoyenista, están ensambladas en el Frente de Todos y van por la defensa del patrimonio nacional.
Mientras que dirigentes como Buryaile, Negri, Cornejo y Naidenoff sólo tienen glifosato en sus cerebros, según chicanas que nacen desde los espacios nacionalistas y populares. “Están perdiendo el tren de la historia para siempre. Son los últimos aleteos y eso se verá en las próximas elecciones. Están emperrados en que creen que repetirán lo de 2015, cuando todavía no habían sido gobierno y hubo un plan manejado por los agentes de EE.UU. en el país para desprestigiar y armarle causas a la dirigencia kirchnerista de ese entonces”, dijo un funcionario de segunda línea de la Casa Rosada.
El que también salió con fuerte crítica como denuncia es el periodista chaqueño Alejandro Crivisqui, quien en su cuenta de Twitter publicó: “Alejandro Crivisqui. @alecrivisqui. Fruto de su irresponsabilidad política y social, contagió a su madre en edad de riesgo y a su hermana, mientras él viajó sabiendo que tenía Covid en un vuelo lleno de pasajeros, que probablemente hoy estén contagiados también”.
La denuncia estuvo dirigida al dirigente formoseño Buryaile, del que además dijo: “Alejandro Crivisqui @alecrivisqui. Este legislador de Cambiemos atentó contra la salud y la vida del pueblo y de su propia familia. En plena pandemia encabezó todos los actos para romper la barrera sanitaria que nos protegía a todos los formoseños incluso a su propia familia. Pero fue Buryaile con sus compañeros de militancia en Juntos por el Cambio los responsables de la explosión brutal de contagios y muertos de los últimos días”.
En hilo de respuestas al tuit de Crivisqui, todos se manifestaron por “la hijoputez de la soberbia de hombres como Negri, Naidenoff, Cornejo y del mismo Buryaile, que no defienden los intereses de la gente sino de sus propios negocios”, dijeron la mayoría.
Además, el pueblo está “muy caliente” con la postura divisionista de un sujeto como Alfredo Cornejo, que declaró recientemente que “tanto Córdoba como Mendoza debieran abrir un país propio”. Eso sí “con ayuda de todo el resto de argentinos”. Un delincuente obtuso y para colmo antipatria.
