Las familias con complicaciones por el nivel de deuda son el doble que en 2015. El número es bajo en comparación con la crisis de 2001 pero ubica a la Argentina en el podio de la región.
La morosidad pasó del 1,9% al 3,8% durante la gestión de Macri, según los datos oficiales relevados por el centro CEFMA, que indicó en su último informe del Laboratorio de Economía Nacional que también en comparación con 2017 las cifras, si bien son bajas, empiezan a ser preocupantes. Si se comparan los datos de diciembre 2017 contra febrero de 2019, la morosidad se incrementó un 100% en los Bancos Privados Nacionales (BPN), un 111% en los Bancos Privados Extranjeros (BPE) y un 111% en los Bancos Públicos (BP).
“Esta aceleración de la morosidad ocurrió durante 2018 producto de la recesión económica, que de no cambiar se estarían generando las condiciones para un escenario de depresión económica, dependerá de las herramientas que utilice el gobierno para reactivar la economía real y que se frene la morosidad y los cheques rebotados”, advirtió a minutouno.com el investigador Ernesto Mattos, que asimismo resaltó que la cadena de pagos no está rota y que los niveles de 2002 eran de un 40% del sistema.
Sin embargo, estos nuevos datos ubican a las familias argentinas con dificultades para pagar sus deudas en el podio de la región: “la morosidad del sistema financiero en el caso argentino alcanza en el sector privado un 3.8% y en el público un 3.6% ambos datos si los comparamos con los restantes países de la región, la Argentina, es la tercera economía con mayor morosidad del sistema financiero, el primero es Colombia, el segundo Uruguay”, detalla el informe de CEFMA.