La historia que Pregón nunca te contará: el shopping que no fue en Libertador

Cuatro terrenos pensó adquirir Graciela Jorge, una de las hermanas que comanda el grupo empresarial AnnuarJorge. Acá la fotografía muestra la famosa esquina donde se pensó instalar un shopping estilo como el que existe en San Salvador. (Foto: EL SOL ABC).

LIBERTADOR GRAL. SAN MARTÍN (Especial para EL SOL ABC- Por Felipe Lafuente). Existe una trama oculta detrás de las hijas del que fuera creador y propietario del decano de la prensa de Jujuy, el famoso diario Pregón.

El matutino impreso, uno de los pocos que quedan en el país con formato sábana, mucho habló de todos, pero muy poco y casi nada se conoce de la vida de sus propietarios, hoy envueltos en discordias y rencillas por atesorar el poder ejercido por más de 60 años por el jefe del clan, Annuar Jorge, que falleció en julio de 2018 a los 87 años de edad.

Jorge, que había nacido en Ciudad Perico, en 1931, de origen sirio, se hizo cargo del Pregón en 1959, luego de adquirir el diario a su creador el periodista Luna Espeche.

En la década de los años 50 se casó con una joven que había nacido en Yuto y que luego se había instalado en Ciudad Perico por asuntos de trabajo. Se trataba de Elvia Ilda Cura, más conocida como Kika. Allí conoció al prometedor empresario Annuar, se enamoraron y fruto de la familia que formaron nacieron 4 hijas. Hasta allí todo bien, más con el poder empresarial que lograron especialmente cuando Annuar no sólo comandaba Pregón, sino que integró gobiernos municipales y provinciales, tanto como diputado, intendente y también fue funcionario del gobernador Horacio Guzmán, que había llegado al gobierno provincial de la mano del partido provincial Movimiento Popular Jujeño. Fruto de esta relación política pudo acceder a cuantiosos recursos con los que comenzó lentamente a potenciar su diario. Pero los grandes recursos que obtenía con el diario, los comenzó a invertir en otros emprendimientos, principalmente en el inmobiliario. Con ello gestó lo que hoy conocemos como hotel Internacional, la planta editorial de Pregón y el nuevo shopping Annuar.

Todo quedó en fojas cero, porque Graciela Jorge fue descubierta por las hermanas. Hoy el terreno del ex cine Alberdi está otra vez en venta. (Foto: EL SOL ABC).
Los fundadores del grupo empresarial Annuar Jorge y Elvia Cura junto al empresario de medios, Guillermo Jenefes.

La historia que no se conoce

Ya cuando las hijas comenzaron a ponerse grandes las hizo estudiar y luego comenzaron a ocupar cargos importantes en el manejo de Pregón. Ya en el final, antes había fallecido Kika, Annuar pasó a derivar todo el manejo del emporio  a sus hijas, quienes según sus personalidades comenzaron a manejar puntillosamente el diario y las empresas paralelas que habían creados sus padres.

Allí comienza otra historia. Miriam, Graciela, Susana y Marcela son las protagonistas de rencillas, celos, desconfianzas, que hacen peligrar las bases del emporio creado. Allí aparece Graciela, la que con mayor personalidad y muy parecida en el carácter emprendedor de su papá, la que se proyecta como la cabeza del grupo. Es la que preside el directorio del grupo empresarial, es abogada, divorciada, sin hijos  —su talón de Aquiles en el futuro—  y la que fue acusada de “mandar a pique al diario, por estar desviando recursos para emprendimientos propios. Muchos de ellos inmobiliarios”. La que más se le opone es Susana, a cargo de la gerencia de Publicidad de Pregón, contadora, y que sí tiene hijos. Le sigue a ésta Marcela, la más joven, también casada, y es la que se encarga de las Relaciones Públicas del grupo Annuar Jorge. Estas dos últimas son las que pusieron en evidencia la disputa económica que existe por quién se queda con todo el poder.

 

El shopping que no fue

Dentro de esta trama oculta, en las investigaciones de Susana y Marcela, aparece la compra en la ciudad de Libertador Gral. San Martín de un viejo edificio, que anteriormente fue el cine Alberdi y que luego con su venta a unos propietarios de Ciudad Perico se hizo “paseo de compras”. Hasta que en 2016 lo adquirió Graciela Jorge, sin que lo supieran sus hermanas. La idea era comenzar a hacer “rancho aparte” de la familia y en un rubro que le va muy bien en San Salvador, que es el manejo del shopping, que da muy buenos dividendos.

Así adquirió el viejo cine derruido, cuyo edificio está por caerse por su antigüedad, pero para realizar un emprendimiento parecido al de la capital ese terreno es muy  chico. Por eso Graciela y sus técnicos vieron la posibilidad de adquirir los terrenos   –porque las construcciones no le interesan—, contiguos al viejo cine, por un lado donde alquila la firma Calzados Anabel, para el otro costado el terreno donde vive actualmente la familia Suse y el que le sigue, donde un empresario local alquila local para la concesión de la casa de deportes Marathon.

El tanteo lo hizo con todos los propietarios de los terrenos al lado del edificio municipal. Todos estaban avenidos a llegar a un acuerdo económico con Graciela, menos la familia Suse. Fue ese el eslabón que hizo explotar por los aires la “gran idea de Graciela”.

Dicen que les ofreció pagarles 5 veces más el valor de mercado de la propiedad a los Suse. Dicen que no aceptaron. También les ofreció comprarles la otra esquina, donde ahora funciona un restorán parrilla, con nueva casa incluida y hasta unos millones más. Tampoco aceptaron. Dicen que los Suse dijeron que “la felicidad no se compra, sino que se atesora y nosotros somos muy felices en esta casa que guarda muchos recuerdos. No la podemos vender”.

Así que por ese retardo es que sus otras hermanas descubren en los “negocios en que andaba Graciela en Libertador” y es allí que al verse descubierta puso en venta de nuevo el ex viejo cine Alberdi y los ledesmenses se quedaron sin shopping. El cartel de venta lo hizo la inmobiliaria de San Pedro, NOA Propiedades.

Ah, los Suse…siguen muy felices. Mientras las hermanas Jorge cada día se miran con más desconfianza. Dicen que la mayor Miriam es la que menos sufre porque “no le gusta el dinero”.