La dramática y brutal confesión del ex presidente de Vélez, Raúl Gámez

El ex mandamás fortinero, muy vinculado además afectivamente con el club de Liniers, se sinceró sobre su última gestión, en la que Vélez atravesó una fuerte crisis.

Si bien el último tiempo, de la mano de Gabriel Heinze, Vélez supo recuperar el terreno perdido y volver a ubicarse como uno de los equipos más respetables del país, los últimos años del Fortín supieron ser para el olvido y hasta coqueteó con el descenso durante largo rato.

Durante ese período (hasta fines de 2017), la cabeza de club de Liniers fue Raúl Gámez, quien tiene un fuerte arraigo con la institución, pero que en su última gestión la pasó realmente mal mientras el club atravesaba una fuerte crisis. Y así se encargó de confesarlo en las últimas horas.

“Estuve muy triste. Me encontré en situaciones donde me deprimía y me quedaba sentado en el segundo piso porque no podía resolver el tema económico”, comenzó a contar “Pistola”, que luego sin embargo redobló la apuesta e hizo una dramática confesión.

“Una de las soluciones más grandes fue la venta de Toledo. Sin esa venta por ahí me tiraba un tiro. Pero no es que lo digo y no lo hacía… Por ahí lo hacía”, reveló el ex dirigente en diálogo con el sitio partidario Pasión Fortinera.

A mediados de 2016, mientras peleaba el descenso y no encontraba el rumbo deportivo ni económico, el Fortín pudo vender a una de sus “joyas”, Hernán Toledo, quien con menos de 20 partidos en Primera fue adquirido por un grupo inversor a cambio de 7.5 millones de euros, lo que permitió darle un respiro a las golpeadas arcas fortineras.