SAN SALVADOR DE JUJUY (Especial-EL SOL ABC). El presidente del PJ Jujuy, Rubén Rivarola, propuso en las últimas horas a Gerardo Morales, en una reunión de grandes amigos, el nombramiento de Marcelo Llanos para el cargo dejado vacante por el ex vocal Pablo Baca, por sendas denuncias de violencia de género, violación y faltas a la investidura judicial.
Mucha sorpresa en los corrillos políticos de Jujuy por la propuesta de Rivarola a Morales, como en los círculos sociales del interior de la provincia –recuérdese que Llanos fue salvado por Oscar Jayat en causa por enriquecimiento ilícito que feneció a fines de 2021— por traer a “la escena del Poder Judicial jujeño, toda vez que el ex diputado, nacional y provincial, ex intendente de Libertador Gral. San Martín, tiene un oscuro pasado de denuncias por manejos arbitrarios y creación de empresas fantasmas para desviar dineros municipales y apropiación ilegal de terrenos municipales, que todavía están en litigio”. [1]
Sobre estos delitos denunciados ante la Justicia provincial [2] –ahora se ve por la reunión de Rivarola y Morales— que “los mismos no se castigan porque los jueces se eligen entre amigos, y los que realmente tienen antecedentes como currículo impecable, además de ganar concurso de méritos –caso del Dr. Darío Melano Jasmin— no pueden acceder al cargo de jueces para tener una Justicia proba e imparcial”, en opinión de muchos profesionales abogados del fuero local.
De acuerdo a la información brindada a este medio por el director del portal NoticiasSaltaNoticias.org: “Hay un movida judicial en Jujuy, donde Gerardo Morales —amo y señor de Jujuy—, sacará tres jueces en un acuerdo con Rivarola. Es allí que toma cuerpo el pedido de Rivarola por su amigo Marcelo Llanos”.
Ya existe en la provincia de Jujuy, especialmente en los foros ligados al Superior Tribunal de Justicia hechos muy patentes y claros que la corrupción judicial ha tomado cuerpo, como una enredadera venenosa, en todos los canales institucionales de defensa del ciudadano, que desde que entró Juntos por el Cambio no ha hecho más que desacreditar y corroer cualquier tipo de credibilidad al respecto.
Finalmente, por ejemplo, este renunciante Pablo Baca jamás tendría que haber siquiera pisado la vereda del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy por la denuncia de violación por parte de la diputada Ana Juárez Orietta de Bracamonte [3], que sin embargo las autoridades del STJ obviaron por mandato de Gerardo Morales.
Referencias:
