El fundador de Telegram enumera 7 motivos por los que no vale la pena mudarse a Silicon Valley y expone las deficiencias de la vida en EE.UU.

El creador de Telegram, Pável Dúrov, opinó muy negativamente sobre la vida en EE.UU. Habla de casi un país obsoleto. (Foto: Ruters-Albert Gea).

SILICON VALLEY, San Francisco, EE.UU. (Especial-Sputnik). “Considero que es mi deber hablar sobre las deficiencias de EE.UU. para advertir a la nueva generación de empresarios de la repetición de los errores de sus predecesores”, anunció Pável Dúrov.

El fundador y director ejecutivo de Telegram, Pável Dúrov, ha contado en su blog los 7 motivos por los que, según él, no vale la pena mudarse a EE.UU. Dúrov explicó que decidió hacer la publicación después de ver el documental del periodista ruso Yury Dud sobre Silicon Valley, un área en el Estado de California en la que se concentran las sedes de grandes empresas tecnológicas, y la vida que llevan ahí los empresarios rusos.

“De todos los empresarios conocidos [del citado documental], he escuchado más de una vez sobre las desventajas de la vida en EE.UU. Ahora uno de ellos pasa la mitad de su tiempo en la patria, el otro realmente hace varios meses que ha regresado a Europa, el tercero se ha desilusionado con los estadounidenses y está construyendo una ‘pequeña Rusia’ a su alrededor”, escribió Dúrov este 7 de mayo.

 

Las deficiencias

Además el creativo ingeniero ruso también hace esta apreciación: “Considero que es mi deber hablar sobre las deficiencias de EE.UU. para advertir a la nueva generación de empresarios de la repetición de los errores de sus predecesores”, reza la publicación. A continuación, el fundador de Telegram pasó a enumerar las supuestas facetas vulnerables del país norteamericano que deberían de eliminar las ganas de trasladarse a su territorio.

En primer lugar, Dúrov calificó a EE.UU. como “un duro Estado policial líder en número de prisioneros”. El empresario mencionó que en el 2016 también sufrió la presión del FBI durante un viaje a San Francisco. Asimismo, considera que su sistema de salud es “ineficiente y costoso”, factor que lo hace inaccesible, sobre todo para los inmigrantes. Dúrov destacó que, además, en promedio, los residentes de EE.UU. no pueden considerarse ‘saludables’, ya que ocupa el primer lugar en problemas de obesidad entre los países desarrollados.

El propio Silicon Valley es descrito como “unos cuantos pueblos con una vida cultural limitada”, a la vez que su ciudad más cercana, San Francisco, cuenta con una alta tasa de criminalidad y una gran cantidad de personas sin hogar. Por otra parte, “la calidad de la educación secundaria en EE.UU. es más baja que en otros países desarrollados”, asegura Dúrov.

Otro problema planteado son los altos impuestos que rigen en el país, y que sus residentes “exitosos” están obligados a tributar más de la mitad de sus ganancias al Estado. Además, el empresario advirtió que el país norteamericano es el único Estado en el mundo que continúa exigiendo impuestos sobre la renta a sus ciudadanos, incluso después de que abandonen el país.

Concluyen la lista los gastos que suponen tratar con programadores locales para llevar a cabo un negocio de tecnología en EE.UU., por lo cual los emigrantes prefieren trabajar con especialistas de Europa del Este, además de las existentes “débiles perspectivas del mercado en el siglo XXI”. El fundador de Telegram enfatizó que, en los últimos años, los grandes proyectos relacionados con las redes sociales, como por ejemplo TikTok, nacen precisamente fuera de Silicon Valley.

“Estados Unidos no es el mejor lugar para vivir o hacer negocios de TI”, concluyó Dúrov, agregando que “los derechos y las libertades humanas están mucho mejor protegidos en los países del norte y centro de Europa, mientras el crecimiento económico en el siglo XXI se concentra en los países asiáticos”.

“EE.UU. todavía puede atraer a algunos emprendedores y desarrolladores de todo el mundo con el dinero barato de los inversores, pero mudarse a EE.UU. hoy en día es similar a comprar un activo a su valor máximo”, aseguró el empresario ruso.