El caso Sulca ya tomó estado nacional, donde funcionarios del 911 y efectivos policiales quedaron imputados penalmente

Esta es Rosa Sulca, maestra que fue asesinada de 17 puñaladas y justo cuando llamaba al 911. Desgraciado servicio mal manejado por el personal policial. (Foto: Informate Salta).

SALTA (Especial-EL SOL ABC). Un caso que es para agarrarse de los pelos, que se dio el 28 de abril pasado en Villa Mitre, uno de los barrios del sudeste de esta capital y donde la docente Rosa Sulca, de 48 años, fue ultimada de 17 puñaladas por dos delincuentes que la atacaron en la madrugada, pero previamente había llamado al servicio de emergencias de la Policía de la Provincia 911.

Luego de los informes periciales y de las denuncias de vecinos y familiares de Sulca, tomó actuación la Fiscalía Penal de Salta  a cargo de los Dres. Verónica Siemensen de Bielke y Pablo Rivero, los que imputaron penalmente al jefe de servicio del Centro de Coordinación Operativa, que es el servicio 911, comisario Fabián Tolaba, a los policías que acudieron al domicilio de Sulca esa madrugada Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, como asimismo a los jefes de la Comisaría 4ta. de Villa Mitre y otros policías que estaban dentro de la cadena de mandos. Por lo que a todos ellos se les imputó incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, en distintos grados.

 

Otros detalles

En el audio que se conoció a nivel nacional se escucha muy claramente a Rosa Sulca pedir ayuda esa noche antes de su muerte, donde expresa muy claramente: Por favor, ayuda 911 me están matando”, señala, mientras un efectivo le pregunta por el domicilio. “Amalia Aybar 1480, apúrese por favor, Villa Mitre”, responde. Este audio luego fue escondido por el comisario Fabián Tolaba.

Esa noche como cerca de las una llegaron hasta el domicilio de la docente asesinado dos jóvenes, un menor de 17 años y su novia de 19. El primero tenía algún grado de parentesco con la víctima y ya en otras oportunidades había atacado a Rosa y le había robado dinero, porque junto a su pareja eran consuetudinarios drogadictos. Pero esta vez estaban “pasados de mambo” y llegaron con mucha violencia, al decir de algunos vecinos que escucharon los gritos y golpes a la maestra.

En un momento, luego del forcejeo, Sulca logra zafar y puede llamar, entre sollozos, al 911, pero luego se escucha desgarrador grito y es una mujer la que contesta: “No le hagan caso, es mi tía que siempre toma pastillas”.

Todo los protocolos de atención a las víctimas fueron tomados a la ligera por los policías actuantes y es por ello que este caso toma trascendencia nacional, más en tiempo de cuarentena. “Desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia también tiene responsabilidad, porque los funcionarios de jefatura deben estar monitoreando de cerca el funcionamiento del 911 y cómo es el comportamiento laboral de cada uno de los funcionarios que están a cargo de tremenda responsabilidad”, dijeron vecinos de la docente asesinada.

Tanto Sanhueso como Visgarra, los policías que fueron a realizar el procedimiento por el 911, fueron imputados como autores de incumplimiento de deberes de funcionario público y abandono de personas en grado calificado, porque “fueron hasta el lugar de los hechos y sólo miraron y como no le contestaron se fueron”. Tendrían que haberse bajado y haber entrado a la casa, por lo gritos de la mujer, algo muy malo seguro ha ocurrido. Abrir las puertas y prender las luces; seguro que todavía se podría haber auxiliado a la docente atacada, dicen los especialistas policiales.