El Banco Mundial diagnostica desaceleración económica, entre otras razones, por la crisis argentina

David Malpass, titular del BM, anticipó que la economía global no alcanzará este año el crecimiento del 2,6% previsto, “dada la sustancial retracción en Argentina, India y México”, entre otros factores.

La crisis económica argentina, junto a la retracción de las economías de India y México, fue señalada por el Banco Mundial como causa principal de la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de la economía global para este año. “La desaceleración es evidente”, dijo David Malpass, presidente del Banco Mundial, durante una conferencia de prensa que ofreció en Washington. “Ya rebajamos nuestras perspectivas económicas globales para 2019 a un crecimiento real del 2,6 por ciento, (pero) dados los últimos acontecimientos, espero que el crecimiento sea menor que eso”, agregó.

David Malpass mencionó, entre los factores que tiran para abajo el crecimiento global, “la desaceleración en China, los sustanciales parates en Argentina, la India y México” y, en general, la decepcionante evolución de gran parte del mundo en desarrollo. Subrayó que “algunas partes de Europa están en rececsión o cerca de caer en recesión; Alemania y el Reino Unido han  experimentado un trimestre de recesión, e Italia y Suecia llevan varios trimestres de estancamiento”.

“La desaceleración del crecimiento global es de base amplia”, enunció Malpass durante la conferencia de prensa que brindó en el Instituto Peterson de Economía Internacional de la capital estadounidense, refiriéndose a los múltiples focos de conflicto.  Este es el primer discurso político de Malpass desde que asumió al frente del BM, en abril, tras haber sido nominado para el cargo por Donald Trump, presidente de Estados Unidos.

Malpass, de algún modo, anticipó la agenda de la reunión anual conjunta del Banco Mundial y el FMI prevista para mediados de octubre, al señalar que una de las cuestiones preocupantes era la “gran cantidad de capitales encerrados en bonos de bajo rendimiento, tasas históricamente insustanciales de inversión que implican que el crecimiento, especialmente en los países en desarrollo, seguirá siendo lento”. “Esto es un reto para el Banco Mundial”, agregó. “Los bancos centrales en todo el mundo han tratado de encontrar la forma de responder a un crecimiento más débil en un entorno donde las disputas comerciales del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se suman a la incertidumbre que enfrentan los consumidores y las empresas”, comentó la agencia Bloomberg al hacer la crónica de la conferencia de prensa.

“Se necesitan con urgencia reformas estructurales bien diseñadas para desbloquear el crecimiento y sentar la base de la prosperidad futura”, subrayó Malpass, que instó a los países a priorizar las buenas políticas en temas como el precio basado en el mercado, la sincronización del préstamos y la inversión, la transparencia de la deuda y la participación en las cadenas de valor global.

China es el mayor receptor de préstamos del organismo internacional, seguido por la India e Indonesia. Malpass remarcó que el gigante asiático ha realizado “un gran progreso económico” en las últimas décadas, por lo que no puede mantener la misma vinculación. Indicó que la “relación” de la institución con China ha “evolucionado”, por lo que debe pedir prestado menos y aumentar su aportación de cara al futuro. De hecho, destacó que el último plan estratégico del BM con China hace énfasis en “el desarrollo de servicios y medidas para encarar los desequilibrios medioambientales y sociales, establecer objetivos para reducir la contaminación, aumentar la eficiencia energética y mejorar el acceso a educación y salud”.