DEBEMOS INDEPENDIZARNOS DE LA INMORALIDAD

Los abajo firmantes de esta solicitada en defensa de un sujeto que "vendió las herramientas del periodismo" al mejor postor y que está imputado por la Justicia en una asociación ilícita, son los mismos que "cerraron sus bocas y ojos" por los sobres que recibían de la AFI. Todos delincuentes en distintos grados. (Foto: Twitter).

Muchos dicen que la pandemia nos cayó al mundo fruto de una autodepuración del planeta. Otros dicen que fueron armadas en laboratorios. Sea lo que fuere, la pandemia nos sirve para hacer un tremendo parate para la autorreflexión, para mirarnos por dentro, para cavilar las circunstancias futuras que vendrán.

En estos meses está saliendo a la luz toda la podredumbre que nos arrasó y que todavía nos arrasa, como sociedad, como pueblo, como nación, como país, como Estado. “Vinimos para transparentar, con el ‘sí se puede’,  con el ‘se robaron todo’, pero resulta que tenemos un país con todo dado vuelta, con todo corroído, con todo contaminado, con todo enfermo. Tanto, que los mismos que apoyaron este colosal vendaval que nos destrozó como pueblo, salen hoy tras el cartel de “periodistas independientes” a defender a meros delincuentes, que “tras muy bien planeadas estrategias de marketing se arrogan títulos y premios, que se entregan entre delincuentes, o sea entre ellos, como si fueran los únicos periodistas que existiesen en el país”.

De qué se defienden estos fenicios del periodismo. Que son los mismos que no tienen ningún prurito de llevar a sus mayores a los geriátricos a que mueran olvidados. De toda esta lacra debemos independizarnos primero. (Foto: Redes).

Esta ultra degradación no la podemos permitir más. Es entregarnos y doblegarnos a unos viles comerciantes, que han hecho de la palabra “un negocio”. Sino baste recordar que “una gran mayoría de los ufanos firmantes ya recibían sobres de dinero de la antigua SIDE de manos del ex presidente Menem, que hizo y deshizo de la Argentina. En esa época se hablaba de 50 mil pesos, o sea $us 50 mil”. Y con el macrismo, ese prebendatario sistema volvió mucho más recargado y renovado, no sólo había sobres sino que además “había órdenes para espiar y armar causas judiciales en contra de un Gobierno que había osado distribuir y ordenar la potenciación de un Estado”, que hoy mucho echamos de menos. Porque se necesitan hospitales, fuerzas de seguridad que te cuiden y maestros que te enseñen aunque más no sea vía internet.

Por ello, este 9 de julio no es un día más. En estos 204 años nos han hecho de todo de lo que un ser viviente pueda imaginar, pero seguimos empantanados en el mismo lugar. Pero por experiencia, sabemos que la “independencia que primero tenemos que lograr todos los argentinos es la de la inmoralidad”. No podemos continuar con una Historia de “pillos y delincuentes”, que cada tanto nos asalta, y deja tendales de muertos; y entre ellos los que más sufren son los niños, nuestros hijos, porque no tienen la capacidad suficiente para defenderse.

A no dejarse engañar más, queridos compatriotas.