De cara a las PASO, el Gobierno apuesta todo a la bicicleta financiera para controlar el dólar

Macri sabe que sus chances reeleccionistas dependen de que el dólar no se dispare. Para evitar que eso suceda apuesta a reforzar la especulación financiera y el carry trade. Mientras tanto para reactiva la economía real no hay medida alguna.

El gobierno de Mauricio Macri se guardó dos cartas en la manga para sostener su sueño reeleccionista y ya empezó a jugarlas a todo o nada. La carta política es clara: polarizar hasta que duela. Sin nada que mostrar luego de cuatro años de gestión apenas puede apelar al módico argumento de “es esto o el abismo kirchnerista”.

Sin posibilidad de construir su propuesta sobre la base de promesas que incumplió de manera religiosa desde que llegó al poder, Macri apuesta a polarizar con Cristina Kirchner aún cuando el pre candidato presidencial sea Alberto Fernández. Para ello el macrismo intenta tallar todos los días un poco más para profundizar la grieta en la que creció y llegó al poder.

La carta económica es también una sola. Todos los indicadores económicos y sociales dejan evidencia que “el mejor equipo de los últimos 50 años” protagonizó el fracaso más resonante desde la recuperación de la democracia. Por eso a ni vel económico en este 2019 tiene un único objetivo: mantener el dólar a raya antes de las elecciones.

En Juntos por el Cambio tienen claro que una nueva disparada del dólar terminaría por echar por tierra el sueño reeleccionista de Macri y con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) puso a trabajar para evitar eso toda una batería de recursos que no hacen más que hipotecar, aún más, el futuro económico del país.

Es en esa línea que el Banco Central anunció este lunes que garantizará hasta el próximo 15 de agosto (apenas cuatro días despúes de la PASO) un piso del 58% en la tasa de referencia(Letras de Liquidez, Leliq).

De esta manera el oficiliasmo apuesta sus chances reeleccionistas a sostener la especulación financiera y el carry trade de modo de quitarle presión al dólar y evitar una dolarización de las carteras de inversiones en la previa de la contienda electoral.

Mientras tanto “la fiesta” de las tasas altas se paga con más recesión y una profundización de las caídas de la inversión, la producción, el comercio, los salarios y el empleo. Un círculo vicioso al que el próximo gobierno deberá encontrarle un salida.

A ello el BCRA sumó su intención de mejorar la transferencia de la tasa de las Leliq a las tasan que reciben los ahorristas a través de los plazos fijos. Para eso elevó en 3 puntos porcentuales la fracción de los encajes por los depósitos a plazo fijo que las entidades están habilitadas a integrar con leliq.

Al garantizar altos rendimientos en pesos el Banco Central busca que el pequeño ahorrista renueve sus plazos fijos y que los inversores extranjeros sigan apostando al carry trade. De esta manera anticipa poca presión sobre el dólar y mantenerlo así a raya.

Sin embargo la incertidumbre política podría llevar a muchos a cubrirse en dólar, aun resignando ganancias en pesos, con tal de esquivar una eventual megadevaluación como la experimentada el año pasado.

En este sentido la mayor preocupación del gobierno es que el miedo comience a ganarle a la tasa y que el dólar se dispare antes de las elecciones.