¿Cuál es el secreto de los países nórdicos?

Poca publicidad a las políticas aplicadas por los países nórdicos, porque no le conviene al establishment impuesto. (Foto: Página 12).

BUENOS AIRES (Especial-Página 12-Por Bernardo Kliksberg *). Noruega, Finlandia, Suecia, Islandia y Dinamarca sobresalen en casi todos los indicadores mundiales de desarrollo humano. Una de las claves es una presión fiscal muy elevada y progresiva. El modelo económico y social se apoya en un modelo de gestión compartida.

¿Cuáles son los países del mundo que mejor tratan a las mujeres? Dinamarca seguido por Finlandia, Suecia, y Noruega. Finlandia termina de nombrar Premier a Sanna Marin (34 años), apoyada en una coalición de cinco partidos cuyos líderes son todas mujeres jóvenes. El 47 por ciento de los parlamentarios del país son mujeres.

¿Cuál es el mejor lugar para ser madre? Noruega que da 392 días de licencia de maternidad, y Suecia donde son 480.

¿Dónde se viven más años saludables? En Noruega y Suecia, que superan ampliamente a Estados Unidos.

Los nórdicos encabezan las tablas de logros mundiales, en un planeta con el 50 por ciento de su población en pobreza, enormes desigualdades y 15.000 niños que mueren por día por causas evitables ligadas a la pobreza y la desigualdad.

 

Eliminación de la pobreza

Han conseguido casi eliminar la pobreza, crecer sólidamente, estar en la avanzada tecnológica, dar trabajo y protección social a todos. Tienen los índices más bajos de criminalidad (0,5 homicidios cada 100.000 habitantes por año) y lideran la tabla de Transparency International de eliminación de la corrupción.

Cuando se consulta el ranking de dónde se trata mejor a los niños de Save The Children, Suecia ocupa el puesto número 2, y Noruega y Finlandia, el 3.

En 1990, la ONU lanzó su respetado Informe anual de Desarrollo Humano, que mide el progreso de los países por múltiples indicadores. Desde entonces, el líder siempre fue Noruega, y las otras naciones nórdicas están en los diez primeros lugares.

Son pioneros en la defensa del medio ambiente, la cooperación internacional sin condicionalidades, la responsabilidad social empresarial y el voluntariado. Hay una nueva tabla de la ONU, la que mide la “Felicidad”: el líder es Finlandia, seguido por Dinamarca y Noruega.

No son perfectos. Hacen autocrítica todo el tiempo, pero claramente son las sociedades más evolucionadas y que han roto el mito de que el mundo está condenado a la exclusión, las discriminaciones y la desigualdad.

¿Cómo lo han logrado? En la base hay un gran pacto entre las políticas públicas, las empresas, los sindicatos, la sociedad civil y el resto de los actores en construir un modelo equitativo. Apostaron a la igualdad. Tienen el coeficiente Gini de desigualdad más bajo del orbe: 0.25 (el mundial es 0.63, y el del Brasil 0.54).

La presión fiscal es muy elevada y progresiva. Con ella financian la educación y la salud, que son gratis y de la mejor calidad para todos, con acceso pleno a oportunidades productivas y tecnológicas. Se podrá señalar que Noruega tiene mucho petróleo. Pero Arabia Saudita tiene mucho más y está a gran distancia en todo.

 

Empoderar a la población

Los nórdicos priorizaron empoderar a su población. Finlandia es muy pobre en recursos naturales. Invirtió en educación, ciencia y tecnología. Su educación es reconocida como referencia mundial. Los maestros ganan más que los profesionales promedio, pero para serlo deben tener un master o un doctorado. Es una carrera con muchas posibilidades de perfeccionamiento y muy jerarquizada. Suecia ha llevado la igualdad de género a repartir las tareas del hogar. Dinamarca creó juegos educativos de excepción, los legendarios legos, y produce también los mejores audífonos.

El modelo económico y social se apoya en un modelo de gestión compartida. Los trabajadores son parte de la toma de decisiones a través de múltiples modalidades de cogestión.

El secreto de sus éxitos es la defensa vigorosa de la naturaleza y la igualdad empoderadora. Se analiza poco el modelo nórdico. Tiene poca prensa. Es explicable porque es incómodo. Para el capitalismo salvaje es muy molesto puesto que pone en cuestión todo su decálogo de valores.

No se aconseja copiarlo en América Latina pero sí estudiarlo atentamente, y asumir que a pesar de las ortodoxias que nos condenan al calentamiento global y a la exclusión masiva, existe otro mundo mejor que es efectivamente posible.

 

* Gran maestro y profesor honorario de la UBA. Asesor especial de diversos organismos internacionales. Puede ampliarse en You Tube o en Encuentro en la serie “El informe Kliksberg”.