Como hizo Néstor en 2003, contra este planificado plan para destruirla, se debe ir al “plan del mercado interno”

Néstor a diferencia de Alberto tenía mucho coraje cívico y no le temía "a los mercados". Según el fuerte ataque que está recibiendo la Argentina, el Presidente va a tener que tomar drásticas de medidas. Lo que se le pide que "debe ser con la gente dentro".

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). En el 2001 y 2002, cuando se cayeron todos los bonos argentinos, con una inflación cercana al 40 %, cuando las Bolsas argentinas caían todos los días y la desocupación dejaba millones de personas fuera del mercado laboral y cuando los mercados internacionales como los locales dejaban de prestarle al Estado nacional, donde además todas las crisis internacionales como el “efecto Tango”, el “efecto Caipirinha”, el “efecto Torres Gemelas”, “efecto Tequila”, etc., pegaban de lleno en la economía nacional, el ex presidente Néstor Kirchner, con el asesoramiento del Dr. en Economía, Aldo Ferrer, crearon un plan nacional “para la recuperación de la economía nacional, con el centro en la industria nacional con derivaciones en sus pymes y en los grandes industriales argentinos”.
Lo del Corona virus fue implantado para detener al gran gigante chino, que es el motor de toda la economía mundial, en especial de los países emergentes como Argentina, Venezuela, Nicaragua, México y otros indirectos como Rusia, Sudáfrica, India y Brasil, que es la segunda línea que busca un nuevo camino por fuera de Wall Street, Londres y Berna (Suiza). Este análisis lo hicieron los asesores de los grupos sionistas de poder en EE.UU. e Israel y para ello implantaron el virus, primero en China, luego en Japón, luego en Italia. Todo es un perfecto reloj, que busca volver a equilibrar mediante la fuerte publicidad los mercados internacionales, que se estaban volcando al sudeste asiático por la implantación de la enfermedad.

Y Argentina gracias al macrismo y toda su red de alcahuetes y ladrones (que están disimulados en “periodistas”, policías, agentes de los servicios, “empresarios y productores agrarios”) vuelve a estar a merced de los designios del sionismo internacional. Ya se está hablando de una vacuna nacida de “investigadores israelíes”. Todo cierra.

 

Las opciones

Cuando todas las puertas se cierran y cuando   –como se ve con el paro político de las patronales agrarias—, además se ve una oposición que al no tener “discurso, ni un plan alternativo de discusión en la sociedad, ni líderes que los represente, están abonando la caída de todas las variables económicas que afecten para siempre a la administración del presidente Alberto Fernández”. Por qué? Porque no quieren la reelección de Alberto Fernández.
Con los amagues de EE.UU. dentro del Fondo Monetario de no prestar ayuda para aceptar en primera instancia de la propuesta argentina, en boca del ministro Martín Guzmán. A lo que hay que sumar a las medidas que va ir tomando la Reserva Federal de EE.UU. en defensa de su economía, que equivale decir cierre del mercado estadounidense a los mercados extranjeros y que por su volumen va a afectar indirectamente al mercado interno argentino. Entonces, qué camino le puede quedar al presidente Fernández. Y la luz de Néstor Kirchner, conjuntamente con el espíritu de Aldo Ferrer, o las salidas geniales de Amado Boudou, o Axel Kicillof, donde el alma de 45 millones de argentinos están esperando que alguien acelere su mirada hacia ellos y que haga poderoso el mensaje que alguna vez dio en algún acto político en tiempo del macrismo, Máximo Kirchner, quien dijo que “los argentinos queremos una Argentina que crezca pero con los argentinos adentro”.

Es allí que si al barco lo quieren hundir, no queda más que aferrarse a la única isla que nos queda para salvarnos del  “sunami mundial”, que es el mercado de 45 millones de argentinos y cuando este desenlace se dé  —y es el más posible—  ya debe estar preparada una serie de fusibles y derivadores  —planes inyectivos en la economía— para apurar la recuperación económica, donde los primeros beneficiados seamos todos nosotros.

Desde diversos sectores piden que el presidente Alberto Fernández no caiga en la trampa que les están poniendo los medios de comunicación al servicio del sionismo internacional y del cual se nutre, es que “quieren llevar la discusión de la situación del país a los infiernos que le esperan a la Argentina si cae en default y que si sigue ‘creciendo el riesgo país’ (recurso inventado para paralizar a los dirigentes de un Estado) todos volaremos por los aires”. No existe una proposición axiomática como semántica más mentirosa como débil en su argumentación que toda esta falacia. Debemos entonces hacer carne los discursos y pensamientos del ex presidente Néstor Kirchner, cuando comenzó a negociar con los acreedores en 2003 hasta el 2007, donde en reiteradas ocasiones dijo: “No pagaremos nada sobre el hambre del pueblo argentino. Tienen que saber que los muertos no pagan sus deudas”.

Donde además abundó en discursos que más “afectados se deben sentir los que prestaron tanta plata, con qué fin lo hicieron, si sabían que no podíamos pagar. Entonces, acá hubo un deliberado plan contra el país y si no lo entienden, nosotros estamos en posición de fortaleza. Entonces, les conviene no ahogarnos si quieren cobrar”.