China pide perdón al doctor reprendido tras alertar del coronavirus

El Dr. Li fue el primero que alertó sobre la pandemia. Nadie le hizo caso. Hoy le piden perdón a su familia. (Foto: AP).

HONG KONG, China (Especial-La Vanguardia-Por Ismael Arana). No es habitual que el Partido Comunista chino o a sus cuadros, poco propensos a permitir desafíos, admitan haber cometido un error. Sin embargo, ayer hicieron una excepción con el caso de Li Wenliang, el oftalmólogo al que en enero reprendieron por alertar a sus colegas sobre la aparición de un posible brote de un nuevo patógeno. Su muerte semanas más tarde por culpa del coronavirus despertó una ola de indignación nunca antes vista en las redes sociales chinas.

Ahora, un informe de la Comisión Nacional de Inspección china determinó que el doctor, al que en su momento censuraron “por publicar rumores”, no violó la ley, y que hay indicios de que la comisaría de Zhongnan emitió “instrucciones inadecuadas” y siguió “procedimientos irregulares”. Li “no pretendió alterar el orden público escribiendo esos mensajes”, determinó este órgano disciplinario. Por ello, las fuerzas de seguridad emitieron una “disculpa solemne” a la familia del facultativo y revocaron las medidas impuestas contra él.

Pese al carácter extraordinario de esta resolución, algunos internautas lo consideraron insuficiente. “¿Eso es todo?”, se quejó uno en Weibo, una aplicación china similar a Twitter. En otras publicaciones, los usuarios también criticaron otra declaración oficial en la que se decía que la policía de Wuhan había identificado a dos policías que se ocuparon del caso de Li, ya que consideran que tendrían que ser oficiales de mayor rango los que deben rendir cuentas. “¿Acaso no seguían (estos oficiales) las órdenes de sus jefes? Esto es demasiado”, apuntó otro descontento.

 

Cuando todo termine

Quizás por eso, el diario estatal Global Times señaló que cuando la epidemia esté totalmente controlada, se llevará a cabo una “revisión y reflexión exhaustiva” sobre las responsabilidades de las autoridades locales, a las que ya han acusado previamente de responder tarde y mal a la aparición del brote.

Mientras tanto, el país encadenó su segundo día consecutivo sin registrar ningún contagio local en todo su territorio, una señal de que marchan por el buen camino. Sin embargo, sí que hubo un repunte en el número de casos importados de otros países. En total, 39 personas dieron positivo, de las que 14 se registraron en Cantón, ocho en Shanghái y seis en Pekín.

Como consecuencia de esta tendencia, las autoridades han implantado estrictas cuarentenas para todos los pasajeros, sean nacionales o extranjeros, que aterricen en la capital y otras grandes ciudades. Además, solicitaron a las aerolíneas que reduzcan el número de vuelos internacionales con destino a China y que algunos de los trayectos con final en Pekín sean redirigidos a otras ciudades para evitar la concentración de casos en la capital.

En el interior, las autoridades han aflojado algunas restricciones al movimiento en la provincia de Hubei, la más castigada de todas. Aun así, su capital, Wuhan, sigue bloqueada, y los oficiales ya han advertido de que el confinamiento tan sólo se levantará cuando la ciudad pase 14 días consecutivos sin presentar nuevos casos.

El denunciante en su lecho en Wuhan antes de morir. (Foto: AP).