BOMBAZO: The New Yorker, revista de EE.UU., relata que “quien gobierna Bolivia es el embajador yanqui, por intermedio del agente de CIA Foronda”

El agente cipayo boliviano, Erick Foronda, junto a la esposa del encargado de Negocios de EE.UU. en Bolivia, Peter Brennan y la esposa del primero, Carrasco de Foronda, hija de familia adinerada de La Paz. (Foto: El Diario).

 

LA PAZ, Bolivia (Especial para EL SOL ABC-Por Negri Antelo). Lo que está sufriendo el pueblo boliviano, en especial los de las clases media baja y baja, primero por la brutal caída de la economía luego del cruento y salvaje golpe de Estado, pergeñado por EE.UU. con complicidad con sectores cipayos locales, se nota ahora en el caos en que se encuentra política y socialmente, porque no se sabe a ciencia cierta qué políticas van a aplicar desde el gobierno ilegal de Jeanine Áñez o de algunos ministerios, que ahora funcionan como compartimentos estancos.

Claro que todo se sabe. Y ello ocurre, porque es EE.UU. es el que gobierna directamente, situación que quedó certificada no por esta corresponsal de EL SOL ABC, sino por la prestigiosa revista estadounidense “The New Yorker”, con una tirada semanal de casi un millón de ejemplares. La que relata la entrevista que le hizo al agente de la CIA, Erick Foronda, donde se ve claramente que Añez es sólo un “mascarón de proa” en el Palacio presidencial de las políticas norteamericanas aplicadas en su favor en Bolivia. Esto del coronavirus lo puso mucho más en evidencia.

Brennan entregándole distinción a Foronda en ocasión de cumplir 25 años de labor como agente de la Embajada de EE.UU. en La Paz. En la ocasión Brennan dijo:
Creo que ésa es la parte más difícil e importante para entender no solo las relaciones entre ambos países, sino las humanas”, dijo Brennan. “Pasamos lindos 25 años en la embajada y es un honor haber trabajado para el Gobierno de Estados Unidos con una serie de líderes”, indicó el homenajeado. (Foto: El Diario).
El agente Foronda junto Mario Espinoza, otro cipayo local al servicio de EE.UU. Es junto a Carlos Mesa propietario de la red de noticias PAT. La que está también en la toma es Claudia Benavente. (Foto: El Diario).

 

Otra fuente

El columnista del diario La Razón, Miguel Gómez, cuenta en nota de ayer jueves 9, que “el periodista estadounidense Jon Lee Anderson visitó el país para escribir un reportaje publicado en la prestigiosa revista The New Yorker, titulado “La caída de Evo Morales”. Cuando se refiere a la entrevista con la presidenta Jeanine Áñez, habla del secretario privado de ésta, Érick Foronda, que se presenta como “agente de la CIA”.

“Cuando Áñez y su séquito llegaron, un soldado y un guardaespaldas vestido de civil asumieron posiciones de protección” en el Palacio Quemado de la plaza Murillo, cuenta Anderson en el texto.

“Uno detrás de ella, el otro junto a una ventana que daba sobre la plaza. Un hombre de traje se presentó como Érick Foronda, secretario privado de Áñez. Cuando señalé que me parece conocido, declaró con afectada seriedad: ‘Debe ser porque soy agente de la CIA’”, complementa el periodista.

Foronda había sido asesor de la embajada estadounidense en La Paz durante más de dos décadas. Morales, quien a menudo ha acusado a los Estados Unidos de entrometerse secretamente en Bolivia, expulsó al embajador norteamericano (Philip Goldberg, amigo de Foronda) y a la Administración para el Control de Drogas (DEA) en 2008, así como a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en 2013”, continúa el reportaje.

’’La pieza periodística recorre lo sucedido y los entretelones en el conflicto y la violencia en y tras las elecciones del 20 de octubre de 2019, con la renuncia de Morales a la presidencia en medio de protestas cívicas, un motín policial y la sugerencia de las Fuerzas Armadas sobre su dimisión. Para ello, Anderson recurre a entrevistas con los principales actores, entre ellos Morales, Áñez, el ex vicepresidente Álvaro García, la senadora Eva Copa (MAS), entre otros.

’’Durante los primeros dos años del gobierno de (Donald) Trump, Foronda vivió en Washington. Ahora, los aliados de Morales señalan que su presencia en el palacio es indiscutible evidencia de que Estados Unidos ha respaldado el golpe. En enero, Radio Habana Cuba emitió una noticia titulada ‘Secretario privado de Áñez vela por la subordinación de Bolivia a EE.UU.’”, complementa la publicación de The New Yorker. “A pesar de que la historia estaba plagada de afirmaciones inverosímiles —sugería que Estados Unidos había forzado la salida de Morales para quedarse con el suministro de litio de Bolivia— el gobierno de Áñez ha sido desvergonzadamente derechista”.

’’Y Anderson expone algunas razones para ello. “(Áñez) expulsó con celeridad a diplomáticos venezolanos y médicos cubanos, acusándolos de financiar a las masas de simpatizantes de Morales. El primer mandatario que felicitó a Áñez por su presidencia fue el líder derechista de Brasil, Jair Bolsonaro; el segundo fue Donald Trump. (En Estados Unidos, algunos políticos de izquierda como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez denunciaron lo que consideraban un golpe de Estado)”. Aparte, en el reportaje Áñez afirma: “Si ser una mujer de fe me califica como ultraderechista, entonces debo ser ultraderechista”.

’’Foronda aclaró su declaración en el periódico cochabambino Opinión, que el martes difundió un artículo en el que el secretario privado de Áñez remarca que lo que le dijo a Anderson fue ‘en un contexto de burla y que en EE.UU. es una broma común que alguien diga que es agente de la CIA’ “, termina describiendo Gómez en su artículo de La Razón de ayer.

 

Lo que no cuenta Foronda

Lo que certifica, aunque Foronda quiera negarlo, haber sido por casi 25 años ‘sirviente fiel de la Embajada de EE.UU. De origen humilde y con ambición desmedida de “superarse y salir de su pobreza”. Así que en los años 90’ ingresa al diario de tirada nacional Última Hora. Fue puesto por su amistad con Lupe Andrade, columnista del mismo medio, y por Ted Córdova Claure, también columnista internacional, de vasto recorrido por el mundo como colaborador de distintos medios internacionales.

Muy taciturno, desconfiado y con alma de espía  –nadie sabía que por aquella época había comenzado a trabajar como ‘coordinador de prensa’ en la Embajada de EE.UU.—  pocas relaciones de amistad con los otros colegas de Ultima Hora. Pero de allí, con la chapa del diario de las elites, comenzó a frecuentar en reuniones del establishment local y donde muy astutamente supo tejer relaciones de amistad con el mundo empresarial y político nacional e internacional. Nadie sabía que estaba ya como ‘alcahuete a sueldo’ del embajador de EE.UU. en esos momentos. Con ello, comenzó a cosechar fama ‘por ser entrador y mucha labia para convencer a incautos, dándose campanas como un gran intelectual’. Así logró conquistar a la hija de uno de los dueños de El Diario, de apellido Carrasco, el decano de la prensa boliviana. Con ella logró insertarse definitivamente en los círculos de los poderosos de Bolivia”. Esto lo comento porque lo conocí en el diario Última Hora.

En distintas oportunidades, funcionarios y miembros de movimientos sociales, como intelectuales del MAS, denunciaron a “Foronda como agente de la CIA, porque fue el que participó activamente en la campaña del referéndum que perdió Evo Morales en 2015. Hubo muchas pruebas gráficas que se publicaron al respecto, donde participaba de las marchas que él mismo organizaba ya como agente de la CIA”.

Eso de la “broma al The New Yorker, es un doble sentido, son los mismos agentes los que tratan de ocultar lo que es visible desde lejos, por la misma actitud servil a los intereses norteamericanos en Bolivia”, dijo un ex jefe de Redacción de Última Hora, ahora radicado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Finalmente, “es mucha casualidad que quien haya estado directamente contratado por la Embajada de EE.UU. durante 25 años, fuera nombrado secretario personal y privado de la mandataria golpista. Foronda son los ojos, manos y oídos del embajador Bruce Williamson en La Paz”, dijo otro ex compañero de Foronda en el ex diario del fallecido Mario Mercado.