La plaza 9 de Julio en Salta fue el epicentro de los festejos por el Mundial. Todo en orden y con mucha alegría. (Foto: Redes).

SALTA (Especial-EL SOL ABC). No hay parangón con otras finales, que también tuvieron su brillo y emoción, pero ahora la tecnología lo ha cambiado todo. Por ello se pudo compartir entre familias enteras lo que pasaba en un lado u otro, a veces a distancias muy grandes.

Esta ciudad ya se preparaba desde horas tempranas, con el bullicio de los vendedores de globos, camisetas, cornetas, banderines, gorros, arlequines, banderas, etc., todos con los colores de la Selección. Las peatonales y la plaza 9 de Julio era el epicentro, pero también en los barrios.

Escuelita dominical de niños en la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. (Foto: EL SOL ABC).
A este pequeño fana de la Selección y de Boca, también le dieron lugar para los festejos. (Foto: EL SOL ABC).

Y luego del penal pateado magistralmente por Montiel, la gente salió como disparada para subirse a micros, camiones, autos, motos, bicicletas o camionetas, para llegar al punto central que fue la plaza 9 de Julio. Unas 100 mil personas abarrotaron el lugar y otras tantas deambulaban por avenidas y calles de Tres Cerritos, Limache, San Lorenzo, Ciudad del Milagro, El Tribuno, y los barrios del conglomerado sudoeste como Santa Cecilia, Calchaqui, Siglo XXI, Lamadrid, Democracia, San Benito, Norte Grande, Lavalle, San Remo y otros.

 

En San Salvador de Jujuy

Lo mismo sucedió en San Salvador, donde otras 100 mil personas abarrotaron la plaza Manuel Belgrano de esta capital. Con cánticos y el sonido de redoblantes y cornetas, el pueblo jujeño ya anticipadamente va despidiendo al clan Morales y a todo el macrismo, que fue una buena oportunidad de saber que son cada día más, a pesar de la profusa publicidad que hace el jefe del régimen jujeño que tiene encarcelada a Milagro Sala.

También salieron a blandir la defensa de “la limpieza” los medios del otro socio de Morales, Guillermo Jenefes, que tras los festejos querían que dejaran “todo limpio y en orden”. Cuando se sabe que cualquier festejo es como hacer adobes, donde “el adobero tiene que ensuciarse las manos con barro si quiere tener unos buenos adobes”. Donde lo más importante, es la alegría del ser humano, y no la “limpieza”. Allí muestran sus egoísmos y sectarismos.

 

En San Pedro y Libertador

En estas ciudades del Ramal jujeño, unas 25 mil personas salieron a festejar con lo que podían. Pero todo fue alegría sin ningún inconveniente y donde el humor de muchos hizo que todo fuera normal y con mucha efervescencia. Hubo muchos disfrazados y varias copas del mundo extra grandes, que sirvieron para que los cánticos no se terminaran nunca.

En plaza Belgrano de San Pêdro de Jujuy. (Foto: Redes).

El clima fue perfecto, porque no hacía mucho calor. En San Pedro, el epicentro fue la plaza Belgrano y en Libertador las avenidas Presidente Perón, 9 de Julio, Wollmann, Libertad y los barrios.

Luego todo siguió en las casas, donde hasta altas horas se bailó y se brindó por un nuevo título de la Selección Nacional, donde Lionel le agradeció a Diego en el segundo después de terminar el partido.

Emoción por doquier en todos lados y que hoy le permitió a la gente levantarse con más ganas a trabajar.